Presumir sobre nuestra reciente promoción en el trabajo o publicar una foto de nuestro nuevo automóvil en Facebook pueden parecer maneras inofensivas para compartir buenas noticias.
Pero un nuevo estudio ha encontrado que este tipo de auto-promoción a menudo resulta contraproducente.
Investigadores de la City University London, Carnegie Mellon University y Bocconi University querían saber por qué tanta gente con frecuencia recibe rechazos cuando se auto promocionan.
Lo que descubrieron es que los fanfarrones creen que su autopromoción provoca emociones positivas cuando en realidad lo que provocan mucho son emociones negativas en los demás.
La mayoría de la gente probablemente se dan cuenta que ellos experimentan emociones distintas a la alegría cuando están en el lado del receptor cuando escuchan la auto-promoción de otra persona.
Sin embargo, cuando nos involucramos en la autopromoción de nosotros mismos, tendemos a esperar reacciones positivas de los demás y subestimamos sus reacciones negativos”, dijo la Dra Irene Scopelliti, autora principal del estudio y profesora en la City University London, que condujo la investigación.
“Estos resultados son particularmente importantes en la era de Internet, cuando las oportunidades para la auto-promoción han proliferado a través de las redes sociales”, comento también la Dra Scopelliti.
“Los efectos pueden ser exacerbados por la distancia adicional entre personas que comparten información y su destinatario, que puede llevar a reducir la empatía con la persona que se auto promueve y el destinatario.”
“Esto muestra cómo a menudo, cuando estamos tratando de dar una buena impresión, es contraproducente”, añadió el Dr. George Loewenstein, profesor de economía y psicología en la Carnegie Mellon University.
“La jactancia es probablemente sólo la punta del iceberg de las cosas autodestructivas que hacemos cuando nos auto-promocionamos”.
Para el estudio, los investigadores realizaron dos experimentos para encontrar evidencia de la percepción errónea. Y un tercer experimento examinó las consecuencias de la mala calibración, revelando que los receptores de excesivas autopromociones tienden a percibir como desagradables y fanfarrones a las personas que se echan flores.
Los investigadores creen que el tomar en cuenta estos resultados podría ser valioso tanto para los fanfarrones y los receptores de auto-promoción.
“Puede ser beneficioso para las personas que planean participar en la auto-promoción para mejor darse cuenta de que otros pueden estar menos felices al escuchar acerca del último logro de una persona.
“Otro beneficiarios de los que les gusta auto promoverse es tratar de frenarse al querer fanfarronear y no subestimar las reacciones negativas de los demás. Esto les ayudará a no perder amistades o clientes”, dijo finalmente el Dr. Joachim Vosgerau, profesor de marketing en la Bocconi University .
Fuente: Psychological Science
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