Toma a dos niños con antecedentes similares. Ambos son niños. Se criaron en familias con el mismo estatus socioeconómico. Viven en barrios de aspecto similar y tienen el mismo acceso a la educación y la atención médica.
La única diferencia es que uno de los niños crece en San Diego, donde está cómodamente cálido la mayor parte del año y la temperatura alta promedio es de unos 70 grados. El otro está en Marquette, Michigan, que es significativamente más frío. El promedio alto de temperatura tan solo es de 50 grados.
Según un nuevo estudio, es significativamente más probable que uno de estos niños sea agradable, abierto y emocionalmente estable, simplemente porque creció en un clima más cálido.
Sabemos de manera anecdótica que el clima afecta nuestro estado de ánimo. Las temperaturas del verano parecen levantar nuestros espíritus, mientras que las semanas más frías del invierno nos ponen en un estado de ánimo bajo. El estudio, que fue publicado en Nature el lunes 27 de Noviembre 2017, dice que hace más que eso en el largo plazo.
El estudio sugiere que en igualdad de condiciones, es más probable que el niño en San Diego crezca para ser más amable, más extrovertido y más dispuesto a explorar cosas nuevas.
Alan Stewart, un profesor de psicología de la Universidad de Georgia que no participó en el estudio, dice que esta pregunta, de si el clima se relaciona con la calidad de vida física o psicológica, ha existido por mucho tiempo.
«¿El clima determina la personalidad? No estoy seguro «, dijo Stewart al Washington Post. «Pero de mi propia investigación, sé que el clima afecta el estado de ánimo, y esto puede verse reflejado en algunas de las evaluaciones hechas por los autores de la investigación».
La investigación previa ha vinculado la geografía con la personalidad, pero no necesariamente explica por qué esas personalidades son dominantes. La prevalencia de enfermedad que generalmente se mide por la tasa de gripe, también tiende a afectar nuestras personalidades. La riqueza nacional también juega un papel en la evolución de nuestras personalidades.
Pero ninguno de estos factores es tan significativo como la temperatura promedio del lugar donde crecimos, según los resultados del nuevo estudio. Si bien los otros factores siguen siendo importantes, el clima en el que vivimos parece ser el punto de partida para dar forma a nuestras personalidades.
Específicamente, las personas que crecieron en regiones con temperaturas promedio cercanas a los 72 grados tienden a ser más agradables, escrupulosas, emocionalmente estables, extrovertidas y abiertas. Estos rasgos de personalidad son lo que los psicólogos llaman «los cinco grandes».
Antonio Terracciano, profesor de geriatría de la Universidad Estatal de Florida, dice que el tema es «fascinante», aunque señala que no existe un vínculo fuerte entre las personalidades reales y los estereotipos.
«Mientras que los canadienses viven en un clima más frío, en general no son menos ‘agradables’ que los estadounidenses», dijo Terracciano.
Los autores del estudio dibujan una línea directa entre la temperatura y la personalidad: «Crecer en temperaturas cercanas al confort psicofisiológico óptimo alienta a las personas a explorar el entorno exterior, influyendo así en sus personalidades».
Tiene sentido: cuanto el clima esta mejor afuera, más probabilidades tendremos de salir y jugar con amigos cuando somos pequeños.
También plantean una pregunta interesante con respecto al cambio climático: ¿Veremos un cambio en las personalidades a medida que la temperatura global aumente en general?
Quizás, en este mundo que se calienta, todos nos volveremos un poco más agradables y un poco más abiertos.
Fuente: www.washingtonpost.com