Los y las adolescentes que pertenecen a minorías sexuales tienen una mayor probabilidad de presentar consecuencias negativas sobre la salud, desarrollar problemas salud mental y encontrarse con entornos sociales adversos.
Esta es una de las conclusiones de un estudio llevado a cabo en Reino Unido y publicado en la revista The Lancet Child and Adolescent Health, bajo el título Mental health, social adversity, and health-related outcomes in sexual minority adolescents: a contemporary national cohort study (Salud mental, adversidad social y consecuencias sobre la salud en adolescentes pertenecientes a minorías sexuales: un estudio de cohorte nacional contemporáneo).
Tal y como señalan sus autores, hay una escasez de estimaciones actualizadas a nivel poblacional, sobre el alcance del riesgo en este ámbito en el Reino Unido.
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Para llevar a cabo su estudio, analizaron información perteneciente a 9.885 adolescentes nacidos entre los años 2000 y 2002, pertenecientes al Estudio de Cohorte del Milenio (MCS), un estudio de cohorte de nacimiento emprendido en Reino Unido, que realiza un seguimiento a más de 19.000 individuos nacidos a principios del milenio en Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del Norte.
De los 9.885, 629 (6%) adolescentes de esta muestra -481 participantes femeninas y 148 participantes masculinos-, fueron identificados como pertenecientes a minorías sexuales (LGTBIQ), mientras que 9.256 (94%) -4.431 mujeres y 4825 hombres-, eran adolescentes que se sentían atraídos por el sexo opuesto o no atraídos por el mismo sexo e identificados como heterosexuales.
Se analizaron resultados de salud mental (autolesiones, síntomas depresivos), social (intimidación, victimización) y relacionados con la salud en general, a la edad de 14 años. Asimismo, se estimó la acumulación de múltiples resultados adversos en ambos grupos, con el propósito de evaluar si los y las adolescentes LGTBIQ experimentaron más resultados adversos que sus aquellos y aquellas heterosexuales.
Las cifras revelan que los y las jóvenes pertenecientes a minorías sexuales eran más propensos/as a experimentar síntomas depresivos altos, autolesiones, menor satisfacción con la vida, menor autoestima, y todas las formas de intimidación y victimización. Se detectó una mayor probabilidad de consumo de alcohol, tabaco y cannabis, así como más probabilidades de presentar baja actividad física, de percibirse a sí mismos/as con sobrepeso y de hacer dieta para perder peso. Se observaron también más problemas de salud mental concurrentes y un mayor cúmulo de dificultades en general, en comparación con los y las adolescentes heterosexuales.
A la luz de estos resultados, el estudio concluye afirmando que, a pesar de vivir en un momento de importantes progresos en materia de derechos de las minorías sexuales, los y las adolescentes LGTBIQ británicos aún experimentan disparidades en los resultados de salud mental, sociales, y relacionados con la salud, que conllevan consecuencias negativas tanto a corto como a largo plazo. Los autores ponen de relieve la importancia de que los y las profesionales de la salud y la educación tengan en consideración el mayor riesgo de resultados adversos en este colectivo.
Fuente: Amos, R., Manalastas, E.J., White, R., Bos, H., y Patalay, P. (2020). Mental health, social adversity & health-related outcomes in sexual minority adolescents: findings from a contemporary national cohort. The Lancet Child and Adolescent Health, 4 (1), pp. 36-45. DOI:https://doi.org/10.1016/S2352-4642(19)30339-6.