Algunas personas se sienten pasivas, estancadas o impotentes cuando escuchan a alguien compartir sentimientos dolorosos o al hablar de una situación difícil. Quieren saltar con una solución.
Sin embargo, escuchar no tiene que ser pasivo.
Recuerda, aún puedes decir cosas sin ofrecer consejos. ¿Como que?
- Siéntete libre de validar. Validar no es lo mismo que aceptar. Validas los sentimientos y percepciones de la persona. Por ejemplo, podrías decir: «Oh, eso debe haber sido terrible al escucharla decir esas cosas a ti».
- Hacer preguntas relevantes. Hacer preguntas le muestra a tu compañero de conversación que tu has estado siguiendo la conversación y que estás interesado en obtener más información. Sin embargo, no confundir con interrogar. Además, asegúrate de no hacer preguntas básicas simplemente porque no has estado prestando atención.
A veces, solo proporcionar validación y hacer preguntas aclaratorias es suficiente porque ayudan al hablante a encontrar una solución a sus problemas (o al menos entienden mejor su dificultad).
Por lo tanto, asegúrate de haber practicado habilidades de escucha efectivas, hacer preguntas y validar antes de decidir dar consejos.
Cuando sientas que debe ofrecer consejos, comienza con consejos limitados. Cíñete a los hechos de la situación. Usa la lógica. Sugiere recursos disponibles (por ejemplo, recursos gubernamentales, sitios web autorizados, libros, expertos). Ten cuidado al compartir opiniones personales. Si un aspecto del problema de la persona te ha afectado gravemente, díle al orador que el problema (p. Ej., Abuso infantil) te está afectando y que en este momento no eres la mejor persona para ofrecerle consejos al respecto.
Algunos pensamientos finales
- Se curioso (intelectualmente): escucha. También presta atención al lenguaje corporal de la persona. No hagas suposiciones.
- Has preguntas: limita las preguntas de «por qué» porque a veces suenan acusatorias. Solicita aclaraciones pero no interrogues. Asegúrate de hacer preguntas en un tono neutral y comprensivo.
- Relacionarse (emocionalmente): sin dejar de ser curioso intelectualmente, relacionate emocionalmente con el hablante.
- Sostenlo: no ignores tus propias emociones y pensamientos durante la conversación; hacerlo sería invalidante. En cambio, simplemente sosténlos para una reflexión posterior.
- Validar: una persona que te cuenta sobre una dificultad puede no querer consejos sino sentirse validado, escuchado y comprendido.
- Dar consejos: a veces a las personas les gusta desahogarse, o decir cosas en voz alta para dar sentido a sus propios problemas; así que ofrécele consejo solo si la persona está pidiendo consejo. Al dar consejos, usa la lógica. Señala recursos útiles (artículos, libros, programas en la comunidad).
- No te obligues a escuchar. Si estás ocupado, avísale a la persona y ofrézcale un momento posterior para reunirte con ella y escucharla. Si el problema es demasiado molesto para ti, dice lo también.
Fuente: PsychCentral