Artículo del blog Cierta Ciencia, de la bióloga y genetista Josefina Cano, que recomendamos por su interés.
Nuestros cerebros, ávidos de información como son, tienen sin embargo un tope sobre cuánto es posible procesar cada vez que se reciben nuevos datos, todo como resultado de lo que es una de sus características: la cantidad de energía que lo alimenta, constante como es, tiene sus límites.
Así lo indica un nuevo estudio conducido por investigadores de Instituto de Ciencias Cognitivas del University College of London (UCL).
El equipo de investigación comprobó que poner atención puede cambiar la forma en que el cerebro distribuye su energía limitada. Mientras el cerebro usa más energía en procesar aquello a lo que le dedicamos atención, suministra menos energía a procesar aquello a lo que no le hemos puesto atención.
Este artículo, del blog Cierta Ciencia, se puede leer aquí.