A pesar de que se ha demostrado que es falsa, una creencia común es que la personalidad que desarrollamos a los 20 años es la que tendremos durante toda la vida. Si eres extrovertido, lo serás para siempre, y si tiendes a preocuparte, nunca saldrás de esa trampa mental. En este conjunto de creencias, se tiende a pasar por alto el creciente conjunto de investigaciones que demuestran que el cambio no solo es posible sino probable a medida que las personas pasan de la adultez temprana a la adultez tardía.
Si estás contento con tu personalidad, la idea de la estabilidad de la personalidad no parece un destino terrible. Sin embargo, si te gustaría resaltar algunos elementos de tu constitución psicológica y atenuar otros, ¿existe alguna forma de consolarte con el aspecto del cambio de personalidad?
El sentido de propósito como forma de provocar el cambio
Según Mohsen Joshanloo (2024), de la Universidad Keimyung, “las teorías de la personalidad han reconocido y enfatizado cada vez más el aspecto dinámico de los rasgos de personalidad”. Es más, “los rasgos de personalidad se consideran cualidades maleables que se pueden moldear y cultivar activamente mediante esfuerzos intencionales, intervenciones personalizadas y estrategias de crecimiento personal”. En otras palabras, si no te gusta tu personalidad, tal vez sea posible reelaborarla para obtener una combinación de cualidades más satisfactoria.
Para activar el mecanismo de cambio de personalidad, sostiene Joshanloo, es necesario profundizar en el “sentido de propósito”. El sentido de propósito, el instigador motivacional por excelencia, implica el deseo de dirigir la energía y el comportamiento de maneras que permitan sentir que el pasado ha tenido sentido y que el futuro también lo tendrá. Es más, “es un indicador emblemático de bienestar y salud”. Cuando el sentido de propósito desaparece, también desaparece la luz que ilumina el camino que llevas desde el pasado hacia el futuro.
De este conjunto de ideas se desprende que, si alguna vez quieres cambiar la trayectoria de tu personalidad hacia una dirección más satisfactoria, tendrás que vincularla con tu sentido de propósito. El cambio de personalidad no se producirá por sí solo, sino que responderá a las acciones que emprendas para convertirte en algo más o menos parecido a lo que te gustaría ser.
Tal vez te sientas cada vez más incómodo por tu tendencia a quejarte de otras personas. En lugar de aceptar las peculiaridades de la pareja romántica de tu mejor amigo, te irritan sus comentarios y te enojas un poco con tu mejor amigo por relacionarse con esta persona. Tu irritación no te hace precisamente querer a esta pareja, pero no sabes cómo detenerte. ¿Podría una pequeña intervención mental hacerte volver a ser una buena persona?
Querer y conseguir el cambio
Para convertir la idea de que el propósito puede provocar cambios en hipótesis comprobables, Joshanloo utilizó datos del Estudio longitudinal de Salud y Jubilación (HRS) que abarcó cuatro oleadas de recopilación de datos (2010 a 2022) de más de 11.000 adultos, cuya edad promedio en 2010 era de 64 años.
Los participantes completaron un cuestionario de rasgos de personalidad de 31 ítems basado en el Modelo de Cinco Factores (FFM), que evaluaba la responsabilidad, la apertura, el neuroticismo , la amabilidad y la apertura a la experiencia . Para evaluar el sentido de propósito, el equipo de HRS administró un cuestionario estándar con ítems como «Disfruto haciendo planes para el futuro y trabajando para hacerlos realidad».
El marco general del análisis estadístico fue utilizar puntuaciones de personalidad anteriores para predecir puntuaciones de propósito, y viceversa, a lo largo de las cuatro oleadas de pruebas. La prueba clave de la hipótesis del estudio fue si las correlaciones retardadas entre el sentido de propósito y la personalidad serían mayores que las correlaciones a lo largo del tiempo de cada conjunto de medidas o las correlaciones retardadas en sentido inverso.
En apoyo de las predicciones de propósito→personalidad en los cinco factores, un propósito más alto en un momento dado predijo aumentos en las puntuaciones de los rasgos de personalidad en momentos posteriores (en el caso del neuroticismo, las puntuaciones fueron más bajas). En cualquier momento dado, las personas con puntuaciones de propósito más altas también tenían puntuaciones de rasgos favorables más altas, pero los efectos retardados fueron más fuertes.
Activando tu sentido de propósito
Esta investigación exhaustiva sugiere que, incluso en etapas posteriores de la vida, cuando el cambio parece imposible, es posible orientar el desarrollo de la personalidad en una dirección más favorable. Sin embargo, ¿cómo se puede empezar si se siente que es necesario renovar el sentido de propósito?
Para interpretar los hallazgos, el investigador de la Universidad Keimyung sugirió utilizar la perspectiva de una teoría reciente conocida como “Propósito como rasgo, hábito y estado (PATHS)”. A nivel de rasgo, el sentido de propósito puede verse como un objetivo de vida general. El hábito incluye tus patrones de comportamiento con propósito y tu sensación, momento a momento, de que lo que estás haciendo tiene un significado. Al adoptar un enfoque “de abajo hacia arriba”, sostiene Joshanloo, puedes comenzar con la simple incorporación de actividades significativas en tus rutinas diarias.
En lugar de pensar en si cada acción que realizas contribuye al significado general de tu vida, busca un nuevo pasatiempo o interés que disfrutes y que desees continuar. Tal vez siempre te hayas preguntado cómo sería dibujar un retrato de tu mascota. ¿Por qué no tomas un lápiz y comienzas a hacerlo ahora? Probablemente no lo termines de una sentada, pero podría ser una actividad a la que desees volver mañana.
Al recordar una experiencia que no te gusto es posible que empieces a corregir tu rumbo y pases de la irritación a la aceptación, decidiendo no juzgar tan rápido. ¿Por qué no lo pruebas y ves qué pasa? Esto no solo puede llevarte a tener relaciones más amistosas, sino que puede que te resulte más divertido de lo que pensabas participar en bromas y bromas. Como concluye Joshanloo: “Cultivar un sentido de propósito puede ponernos en el camino del autodesarrollo y la optimización de la personalidad”.
En resumen, puede resultar más fácil de lo que crees poner en práctica tu sentido de propósito. Con ese enfoque “de abajo hacia arriba”, comienza con pequeños ajustes y observa cómo tu personalidad te ayuda a alcanzar la plenitud del camino hacia el crecimiento personal.
Fuente: British Journal of Psychology
Articulo original:
Título: Increases in sense of purpose predict future positive changes in personality traits.
Autor: Mohsen Joshanloo