Un estudio realizado en España con niños de 4 a 5 años de edad concluyó que los participantes que fueron amamantados durante 1 a 8 meses de edad tendían a tener mejores capacidades cognitivas en comparación con sus compañeros que no fueron amamantados. Estos niños tenían un coeficiente intelectual más alto, mejor memoria de trabajo, habilidades no verbales y competencia cognitiva. Los efectos persistieron incluso después de ajustar el coeficiente intelectual de la madre y las dificultades de apego entre madre e hijo. La investigación fue publicada en el International Journal of Early Childhood.
La leche materna es el alimento óptimo para los bebés, no solo porque contiene una variedad de nutrientes, sino también porque su composición cambia y se adapta para satisfacer las necesidades de crecimiento del bebé. Por lo general, los bebés humanos son amamantados exclusivamente durante los primeros seis meses de vida. Después de este período, se les van introduciendo gradualmente alimentos sólidos. Sin embargo, muchos bebés continúan siendo amamantados junto con la ingesta de alimentos sólidos hasta que tienen uno o dos años de edad, según las preferencias individuales y las normas culturales.
Algunas madres optan por amamantar durante períodos más prolongados, mientras que otras pueden dejar de hacerlo antes. La lactancia materna requiere un compromiso importante por parte de la madre, ya que debe estar disponible siempre que el bebé tenga hambre, lo que puede limitar su capacidad de dejar al bebé al cuidado de otras personas durante períodos prolongados. Algunas madres también pueden enfrentarse a desafíos como la producción insuficiente de leche. La lactancia materna a veces puede provocar pezones doloridos o una afección dolorosa conocida como mastitis.
Por estas razones, y muchas otras, algunas madres optan por criar a sus bebés con fórmula infantil. Sin embargo, numerosos estudios han vinculado la lactancia materna con diversos resultados positivos en etapas posteriores de la vida. Se ha descubierto que las personas que fueron amamantadas cuando eran bebés son más inteligentes, presentan un mejor desarrollo psicomotor en la infancia e incluso alcanzan un mayor nivel educativo, estatus social e ingresos en la edad adulta. Sin embargo, otros estudios no han confirmado estas asociaciones.
La autora del estudio, Susana Vargas-Pérez, se propuso explorar si existe un vínculo entre la lactancia materna y las capacidades cognitivas de los niños de 4 a 5 años de edad. Analizó datos de los estudios ECLIPSES y EPINED realizados en la región de Tarragona, España. Ambos estudios siguieron a bebés desde el nacimiento hasta los 4-5 años de edad, recopilando datos sobre prácticas de lactancia materna, capacidades cognitivas y otros factores relevantes.
Los datos proceden de 613 niños nacidos en 2013 y 2014. Los padres proporcionaron información sobre la lactancia materna cuando los niños tenían 4 años. En ese momento, los niños también completaron una evaluación de las capacidades cognitivas utilizando la Escala de inteligencia preescolar y primaria de Wechsler, cuarta edición. Se evaluó la propia inteligencia de las madres utilizando la subprueba de razonamiento matricial de la Escala de inteligencia para adultos de Wechsler, IV, y se evaluaron las dificultades de apego entre madre e hijo utilizando el Índice de estrés parental, versión corta.
Los resultados mostraron que los niños que fueron amamantados durante 1 a 8 meses obtuvieron puntuaciones ligeramente mejores en varios indicadores de capacidades cognitivas en comparación con los que no fueron amamantados. Estos niños obtuvieron puntuaciones de CI generales más altas, mejor memoria de trabajo, capacidades cognitivas no verbales y puntuaciones más altas en el índice de competencia cognitiva.
En cambio, los niños amamantados durante más de ocho meses mostraron mejoras significativas en el razonamiento no verbal y la velocidad de procesamiento general, pero no superaron al grupo de 1 a 8 meses en todas las áreas. Esto sugiere que, si bien la lactancia materna más prolongada puede ofrecer algunos beneficios, las mayores ganancias en el desarrollo cognitivo pueden ocurrir dentro de los primeros ocho meses.
Tras ajustar factores como la inteligencia materna y el apego madre-hijo, la relación entre la lactancia materna y la mejora de los resultados cognitivos siguió siendo sólida. Este hallazgo sugiere que la lactancia materna en sí misma desempeña un papel crucial en la mejora del desarrollo cognitivo, más allá de las influencias del entorno familiar o la inteligencia materna.
“Nuestro estudio destaca las numerosas ventajas de la lactancia materna y subraya la importancia de que los bebés sean amamantados a través de políticas sanitarias y de atención médica. Promover la lactancia materna durante los primeros seis meses de vida es crucial para mejorar el bienestar y el desarrollo cognitivo de los niños a lo largo de la vida”, concluyeron los autores del estudio.
El estudio proporciona información sobre las conexiones entre la lactancia materna y las capacidades cognitivas. Sin embargo, es importante señalar que los datos sobre la lactancia materna incluyeron tanto la lactancia materna exclusiva como la alimentación mixta (lactancia materna combinada con fórmula), lo que dificulta determinar si la lactancia materna exclusiva proporciona una ventaja cognitiva más fuerte que la alimentación mixta.
Otra limitación radica en la generalización de los resultados. Aunque el estudio controló varias variables, se realizó en una región específica de España, lo que significa que los resultados pueden no ser aplicables a todas las poblaciones. Las diferencias culturales, económicas y de atención sanitaria entre regiones y países podrían afectar tanto a las prácticas de lactancia materna como a los resultados del desarrollo infantil.
Fuente: International Journal of Early Childhood
Articulo original:
Título: “Effects of Breastfeeding on Cognitive Abilities at 4 Years Old: Cohort Study,”
Autores: Susana Vargas‑Pérez, Carmen Hernández‑Martínez, Núria Voltas, Paula Morales‑Hidalgo, Josefa Canals y Victoria Arija.