Era el año 1920. Era la primera temporada de George “Babe” Ruth jugando para los Yankees de Nueva York.
Durante esa temporada, anotó la asombrosa cifra de 54 jonrones. Él solo anotó más jonrones que cualquier otro equipo.
Sin embargo, “El Bambino”, como lo apodaban, estaba lejos de ser un ejemplo de destreza atlética. Era rechoncho, no le gustaba entrenar y se le veía constantemente en fiestas bebiendo y jugando.
Entonces, ¿cómo pudo lograr tanta grandeza en el campo de béisbol?
Para responder a esta pregunta, un destacado periodista deportivo del New York Times, Hugh Fullerton, llamó a la puerta del laboratorio de psicología de la Universidad de Columbia, donde dos investigadores de posgrado, Albert Johanson y Joseph Holmes, fueron invitados a responder.
La pregunta de Fullerton era sencilla: si los logros de Ruth no podían explicarse por sus capacidades físicas, ¿qué otros factores podrían estar involucrados?
No fue una sorpresa cuando los investigadores descubrieron que Ruth obtuvo puntuaciones más altas que el promedio de la población en todas las pruebas psicológicas que realizó.
Los resultados de las pruebas de Ruth formaron la base de un artículo de Fullerton en Popular Science Monthly titulado: “ Por qué Babe Ruth es el mejor bateador de jonrones ”.
Estos hallazgos cambiaron la perspectiva popular sobre el rendimiento deportivo, sugiriendo que los atributos físicos no eran la única razón por la que los atletas podían sobresalir: las habilidades mentales finalmente estaban en el centro del escenario.
La evolución de la psicología del deporte
Ruth superó a la gente normal en tareas de atención, memoria y cognitivas.
Los científicos del deporte tardaron casi un siglo en descubrir si esas habilidades de alto nivel eran un rasgo común de los atletas de élite o si Ruth era simplemente un genio.
En un metanálisis exploratorio publicado en 2018, centrado solo en atletas, los investigadores descubrieron que los atletas reclutaban áreas cerebrales involucradas con la atención, la memoria y el control motor al tomar decisiones relacionadas con el deporte.
Luego, en 2022, una revisión de Nicole Logan y colegas de la Universidad Northeastern en Estados Unidos reunió 41 estudios que comparaban atletas profesionales y controles normales (personas como nosotros).
Se realizó un metaanálisis de los datos de 5.339 participantes (incluidos 2.267 deportistas). Los resultados mostraron puntuaciones significativamente más altas en atención y toma de decisiones entre los deportistas profesionales en comparación con las personas normales.
Por lo general, los atletas nos superan en tareas cognitivas, pero ¿por qué?
Fue el surgimiento de la neurociencia cognitiva lo que permitió a los científicos mapear las redes neuronales involucradas en las imágenes deportivas (como las habilidades de los atletas para reproducir situaciones relacionadas con el deporte en sus mentes) y la toma de decisiones de los atletas con respecto a situaciones de juego.
Los atletas de élite también son más inteligentes que los atletas aficionados
La toma de decisiones es una habilidad humana. Cuanto más practiques, mejor te irá.
Pero los buenos tomadores de decisiones, como los atletas de élite, dependen de otras habilidades cognitivas para simular en sus mentes los resultados potenciales de cualquier situación dada.
He aquí un ejemplo: imaginemos un partido de rugby.
Un halfback está iniciando una jugada con su equipo cerca de la línea de try. Tiene varios compañeros a quienes pasar el balón, pero decide esconder el balón bajo el brazo y correr para anotar un try: había visto un espacio abierto en la línea defensiva del oponente.
En una fracción de segundo, tuvo que tomar una decisión basándose en la información que tenía disponible. Utilizando imágenes, tuvo que considerar la posición de todos los demás jugadores en el campo, calculando la mejor ruta para cada posible pase o carrera que pudiera hacer.
Se requieren altos niveles de atención para explorar visualmente el campo, evitar que cualquier distracción nuble los pensamientos, memoria para retener y recuperar información mientras se procesan todas las alternativas y creatividad para imaginar la misma jugada desde diferentes ángulos.
Estas tres habilidades –atención, memoria y creatividad– tienen nombres técnicos: control inhibitorio, memoria de trabajo y flexibilidad cognitiva, respectivamente.
Son las tres funciones ejecutivas principales que utiliza el cerebro para ejecutar tareas complejas.
El estudio más innovador sobre el papel de las funciones ejecutivas en el rendimiento deportivo se publicó en 2012.
Torbjörn Vestberg y sus colegas del Instituto Karolinska en Suecia compararon las tres funciones ejecutivas principales de los jugadores de fútbol de élite de la primera división con sus homólogos de la cuarta división (normalmente sólo atletas semiprofesionales).
Los jugadores de la división superior superaron a los de la división inferior en todas las tareas de funciones ejecutivas .
Se encontraron resultados similares en otros estudios realizados durante la última década, incluido uno que realicé con mis colegas en 2023 , que comparó a jugadoras de fútbol y futsal con sus contrapartes amateurs.
Descubrimos que los atletas de élite superan a la gente común en la toma de decisiones y el funcionamiento ejecutivo.
Los atletas nos superan en inteligencia por una razón: la práctica
Los deportistas de élite son tomadores de decisiones altamente especializados porque lo practican todos los días.
Superan a la gente normal en flexibilidad cognitiva e inhibición, lo que podría conducir a decisiones más inteligentes dentro y fuera de la cancha.
Sin embargo, la literatura científica aún carece de evidencias sobre la otra función ejecutiva fundamental, la memoria de trabajo. En mi investigación actual estoy tratando de llenar ese vacío.
Ser creativo y encontrar mejores soluciones para superar a un oponente es lo que define el deporte, mientras que muchas personas normales como nosotros tenemos dificultades para enfrentarnos a grandes cantidades de información al mismo tiempo.
La práctica, y un poco de disposición biológica, hace que la mayoría de los atletas de élite sean más inteligentes que nosotros.
Fuente: The Conversation
Articulo original:
Título: Elite athletes are generally smarter than us – cognitive sciences can explain why
Autor: Alberto Filgueiras