La educación de la sensibilidad, también conocida como instrucción grupal T, educación de laboratorio o educación de relaciones humanas, fue creada en Estados Unidos en 1947. El método central se basa en participar en un grupo de instrucción compuesto por siete a quince miembros, y uno o dos coordinadores. La tarea del grupo consiste en que cada miembro aprenda el efecto que su comportamiento tiene sobre los demás. Para lograr esto, los miembros del grupo expresan al individuo en cuestión lo que piensan y cómo reaccionan frente a algunos de sus aspectos personales.
Los grupos de instrucción se reúnen durante unas horas, hasta un máximo de cuarenta. Las reuniones pueden centrarse durante unos cuantos días, o tener lugar una o dos veces por semana durante varios meses. Las reuniones del grupo de instrucción no son planificadas de antemano por el coordinador, sino que se deciden por todos los miembros del grupo, que distribuyen el tiempo de las sesiones. La labor del coordinador puede consistir en contribuir con sus propios sentimientos y reacciones sobre lo que sucede, en resumir o clarificar los acontecimientos, o en sugerir formas de trabajo para que el grupo alcance las metas que él mismo se ha fijado.
Los grupos de instrucción tienen una mayor efectividad cuando la participación es voluntaria y no obligatoria, cuando los miembros no se conocen entre sí, no han realizado trabajos conjuntamente, ni han sostenido relaciones previas, cuando las reuniones son intensivas y no espaciadas, cuando el grupo es protegido de las presiones conflictivas y de los compromisos de la vida diaria, y cuando el grupo es capaz de crear participación y confianza entre todos sus miembros.
Los grupos de instrucción constituyen el elemento principal de la educación de la sensibilidad, pero muchos programas también comportan otras actividades. Estas pueden incluir configuraciones entre dos o tres miembros, o actividades comunitarias que comprendan a varios miembros de diferentes grupos de instrucción.
Cuando este método se utiliza entre personas que entre sí alguna relación, como en el caso de colegas o matrimonios, la finalidad no es tanto el cambio individual como el cambio de las relaciones entre ellas.
La invención de los grupos de instrucción tuvo lugar en 1947, cuando Leland Bradford y un grupo de educadores de adultos se reunieron para comparar la dinámica de grupo que tenía lugar en cada uno de los grupos de discusión que ellos coordinaban. Cuando los participantes de estos grupos de discusión se enteraron; de estas reuniones, pidieron ser admitidos en ellas, encontrándolas más interesantes que las discusiones originales. Así se organizaron otros programas que incluían la discusión de los procesos grupales, lo cual condujo rápidamente a la creación de los grupos de instrucción. Desde entonces, la educación de la sensibilidad ha sufrido un continuo proceso de difusión y modificación.
Actualmente se celebran cursos de educación de la sensibilidad en la mayoría de los países del mundo. La tendencia principal durante los últimos treinta uñas ha consistido en reducir la importancia de la educación dc la sensibilidad como una forma de aumentar las capacidades individuales para el trabajo, y en poner mayor énfasis en el aprendizaje personal y en los efectos potencialmente terapéuticos derivados de la participación en un grupo de instrucción.
La educación de la sensibilidad tuvo gran influencia sobre el desarrollo de los grupos de encuentro, y algunas de las figuras clave de la terapia de encuentro han sido coordinadores de grupos de instrucción. Actualmente, la distinción entre los grupos de instrucción y algunos de los métodos de terapia de encuentro está bien delimitada. La mayoría de los grupos de instrucción se asemejan más al método básico de encuentro que a los tipos de terapia de encuentro. Entre los coordinadores de educación de la sensibilidad existe otra tendencia consistente en desarrollarse dentro de grandes organizaciones y que utilizan la participación grupal, pero que no se centran tanto en la personalidad individual.
Varios críticos han afirmado que los grupos de instrucción, debido a su naturaleza «carente de estructura», producen efectos nocivos sobre algunos participantes, pero ninguna de las presentadas ha podido sostener esta afirmación o ha demostrado que la asistencia a estos grupos conlleve más riesgos que cualidades.
Las investigaciones realizadas demuestra que cerca de dos tercios de los participantes experimentan beneficios duraderos, entre los que podemos mencionar un mejor concepto de uno mismo, actitudes más participativas, una mayor amplitud de criterio, cambios de comportamiento con respecto a los demás, y cambios en el comportamiento organizacional. En contraste, estos cambios no se producen entre las personas que no asisten a dichos grupos.
El que estos grupos logren los efectos antes mencionados depende de varios factores: que el grupo tenga una duración adecuada, que el coordinador tenga suficiente experiencia, y que los participantes hayan decidido libremente intervenir en el grupo. Probablemente, la mejor descripción de los procesos mediante los cuales tienen lugar estos cambios antes mencionados, es la realizada por Carl Rogers en su teoría del cambio personal a través del consejo y la terapia. La tarea del grupo consiste en ampliar el dominio sobre el comportamiento conocido públicamente mediante la exploración de las áreas que inicialmente se encuentran ocultas o invisibles. La confianza necesaria para hacer fructífera esta empresa surge del hecho de que los participantes controlan la velocidad en que esta exploración se produce, y cada individuo también puede controlar la amplitud del área oculta que desea revelar.
Por lo general, la educación de la sensibilidad no intenta explorar el área designada como inconsciente. De esto se ocupan los grupos que utilizan los métodos de estudio grupal de Tavistock y los terapeutas de la tradición psicoanalítica.
Fuente: www.todamedicinaalternativa.com