Los libros con personajes y objetos con nombres pueden ayudar al aprendizaje de los bebés

Según un nuevo estudio publicado en la revista Child Development, el involucrar a los bebés en libros ilustrados que claramente nombran y etiquetan personas y objetos les ayuda a permanecer atentos y retener más información.

«Cuando los padres etiquetan personas u objetos con nombres, los bebés aprenden más», dijo la coautora del estudio, la Dra. Lisa Scott, profesora de psicología de la Universidad de Florida. «Los libros con nombres a nivel individual llevar a los padres a hablar más con los bebés, lo cual es particularmente importante para el primer año de vida».

Para el estudio, Scott y sus colegas de la Universidad de Massachusetts-Amherst evaluaron a los bebés en el Laboratorio de Cerebro, Cognición y Desarrollo. Los bebés fueron llevados a al laboratorio dos veces: la primera vez a los seis meses de edad y nuevamente a los nueve meses. Los investigadores hicieron seguimiento ocular y usaron electroencefalograma (EEG), para medir la atención y el aprendizaje de los bebés en ambas edades.

Entre las visitas al laboratorio, los padres les leyeron a sus bebés en casa de acuerdo con un cronograma que involucró 10 minutos de lectura compartida entre padres e hijos todos los días durante las primeras dos semanas,  después cada dos días durante las segundas dos semanas y luego continuaron disminuyendo esta practica hasta que los bebés regresaron a los nueve meses.

A veintitrés familias les  fueron asignados al azar libros de cuentos. Un conjunto contenía nombres personalizados y el otro no. Ambos conjuntos de libros eran idénticos excepto por el etiquetado. Cada una de las ocho páginas de los libros de entrenamiento presentaba una imagen individual y una historia de dos oraciones.

Los libros personalizados tenían nombres como «Jamar», «Boris», «Anice» y «Fiona».

Un grupo control incluyó 11 bebés adicionales de nueve meses que no recibieron libros.

Los resultados muestran que a los bebés cuyos padres les leían los nombres de los personajes pasaron más tiempo enfocándose y atendiendo a las imágenes, y su actividad cerebral mostraba una diferencia claramente después de la lectura del libro. Esto no se encontró en los bebés antes de la lectura del libro, para el grupo de control o para el grupo de niños que recibieron libros sin nombres personalizados.

Scott ha estado investigando cómo la especificidad de las etiquetas afecta el aprendizaje infantil y el desarrollo cerebral desde 2006. Este estudio longitudinal es el tercero de una serie. El seguimiento ocular y los hallazgos del EEG coinciden con los otros estudios que muestran que la especificidad del nombre mejora la cognición en los bebés.

«Hay muchas recomendaciones sobre la lectura de libros para bebés, pero nuestro trabajo proporciona una base científica para estas recomendaciones y sugiere que el tipo de libro también es importante», agregó la Dra. Lisa Scott.

«La lectura compartida es una buena forma de apoyar el desarrollo en el primer año de vida. Crea un ambiente agradable y reconfortante tanto para los padres como para el bebé y alienta a los padres a hablar con sus bebés”.

Fuente: Universidad de Florida

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