Un nuevo estudio proporciona evidencia de sesgo en la intersección de raza y género en niños de 4 años.
Según los investigadores de la Universidad Northwestern, este patrón de sesgo, conocido como sesgo racial de género, refleja patrones de sesgo dañinos observados entre adultos.
Para el estudio, los investigadores examinaron las respuestas de los niños en edad preescolar a las imágenes de otros niños que variaban tanto en raza (blanco y negro) como en el género.
Descubrieron que, aunque los niños de 4 años generalmente respondían positivamente a otros niños, sus respuestas a los niños negros eran significativamente menos positivas que sus respuestas a los niños de cualquier otro grupo.
De acuerdo con los hallazgos del estudio, este resultado fue exhibido por niños blancos y no blancos y no se relacionó con las medidas de exposición de los niños a la diversidad.
Los investigadores anotaron que la composición racial de los niños participantes reflejaba la de su comunidad: aproximadamente el 60 por ciento de los blancos y el 40 por ciento no blancos.
Los hallazgos del estudio resaltan la importancia de abordar el sesgo social en los niños incluso antes de que ingresen al preescolar o al jardín de infancia, afirman los investigadores.
«Estos resultados mejoran nuestra comprensión de los orígenes del sesgo social», dijo la Dra. Danielle Perszyk, autora principal del estudio. «Muestran la exquisita sensibilidad de los niños pequeños a las interacciones que observan en el mundo que los rodea».
Estos resultados también plantean nuevas preguntas, agrego la Dra. Danielle Perszyk.
«Para descubrir cómo los entornos sociales y culturales de los niños dan forma a los prejuicios que tienen, es esencial que investiguemos cómo surgen sesgos entre los niños de diversas comunidades raciales, étnicas y demográficas», comentó la Dra. Danielle Perszyk.
«Los años preescolares son clave porque representan un ‘punto de inflexión’ cuando los niños normalmente comienzan a interactuar más ampliamente con personas más allá de sus familias y amigos cercanos», agregó la Dra. Sandra Waxman, coautora del estudio y presidenta en psicología en la Facultad de Artes y Ciencias de Weinberg en la Universidad Northwestern y miembro de la facultad del Instituto de Investigación de Políticas de la universidad.
“Esta mayor exposición brinda a los niños la oportunidad de observar los prejuicios sociales evidenciados en sus comunidades. La evidencia de niños de 4 años también es importante porque, a diferencia de los prejuicios sociales de los adultos, los de los niños pequeños son altamente maleables «.
«Este trabajo plantea nuevas preguntas cruciales», dijo Perszyk. “Por ejemplo, será importante ampliar esta base empírica al incluir más niños de diversos orígenes raciales, culturales y socioeconómicos y al examinar el surgimiento de sesgos sociales en comunidades donde la raza, el estatus de mayoría y el estatus social pueden estar menos interrelacionados.”
«Identificar cómo emergen los prejuicios sociales en diversos contextos raciales, étnicos y demográficos será esencial para identificar cómo los ambientes sociales de los niños dan forma a los prejuicios que tienen», agregó Waxman. «Desde nuestro punto de vista, esta evidencia será clave para criar a la próxima generación con sesgos raciales y de género menos perniciosos que los nuestros».
El estudio fue publicado en la revista Developmental Science.
Fuente: Universidad Northwestern