El desempleo de larga duración genera desapego y apatía

El desempleo de larga duración genera desapego y apatía

Una nueva investigación publicada en el Journal of Personality revela que el desempleo prolongado está fuertemente correlacionado con la pérdida de control personal y el consiguiente desapego tanto psicológico como social.

La necesidad de control es un aspecto fundamental de la motivación humana y, cuando no se satisface, puede tener consecuencias psicológicas importantes. En investigaciones anteriores se ha explorado la pérdida de control mediante manipulaciones experimentales, pero aún quedan dudas sobre la validez ecológica de estos hallazgos. Este estudio, dirigido por Wiktor Soral y sus colegas, se propuso abordar estas preocupaciones investigando las implicaciones en el mundo real del desempleo prolongado, una situación que amenaza gravemente el control personal.

El desempleo es un factor estresante importante que tiene efectos de gran alcance sobre la salud mental. Priva a las personas tanto de los beneficios explícitos del empleo, como los ingresos, como de los implícitos, como el tiempo estructurado y las conexiones sociales. Partiendo de esta base, Soral y sus colegas se centraron en cómo el desempleo prolongado puede alterar el funcionamiento psicológico y la adaptación social. En concreto, exploraron si estos cambios se manifiestan como desapego e impotencia, o si hay intentos de recuperar el control perdido.

El estudio se realizó con una muestra de 1.055 participantes polacos, de los cuales 748 estaban desempleados y 307 estaban empleados como grupo de control. Los participantes desempleados se clasificaron en función de la duración de su desempleo: de corto plazo (0-3 meses), de mediano plazo (4-12 meses) y de largo plazo (más de 12 meses).

La encuesta recogió información demográfica, como edad, sexo, nivel educativo y lugar de residencia. Los participantes completaron una variedad de medidas para evaluar el bienestar, la autoestima, el control percibido (personal, político y fatalista), las emociones, las estrategias de afrontamiento del estrés y las actitudes sociales. El estudio también examinó variables que podrían indicar esfuerzos para recuperar el control, como el afrontamiento activo y la acción colectiva, así como aquellas que sugieren desapego, como el retraimiento y las creencias antidemocráticas. La recopilación de datos se realizó en dos partes, y los participantes completaron la segunda parte de la encuesta dentro de las dos semanas posteriores a la primera. Solo los participantes que completaron ambas partes fueron incluidos en el análisis final, lo que dio como resultado un total de 854 participantes.

Soral y sus colegas descubrieron que el desempleo prolongado está fuertemente asociado con una disminución del bienestar y la autoestima, junto con una mayor percepción de pérdida de control personal y fatalista. A medida que se prolongaba la duración del desempleo, los participantes manifestaban más emociones negativas, en particular las relacionadas con la falta de aproximación y la evitación, como sentirse deprimido o asustado.

También mostraron menos emociones positivas, especialmente aquellas vinculadas a la participación activa, como el entusiasmo. Esta desconexión emocional estuvo acompañada de una reducción significativa de las estrategias activas de afrontamiento del estrés y una disminución en la búsqueda de proyectos personales y metas orientadas al futuro. Los hallazgos sugieren que el desempleo de larga duración fomenta una sensación de indefensión aprendida, en la que las personas se vuelven cada vez más desmotivadas y pesimistas sobre su capacidad para recuperar el control de sus vidas.

En el plano social, el estudio reveló que las personas desempleadas de larga duración tienen más probabilidades de desvincularse de las actividades sociales y políticas. Indicaron niveles más bajos de identificación nacional y una menor probabilidad de participar en acciones colectivas, como las protestas. Además, estas personas mostraron niveles más altos de actitud psicológica defensiva, incluido un mayor narcisismo individual y colectivo, y una mayor tendencia a culpar a entidades externas, como gobiernos o corporaciones, por su desempleo.

Curiosamente, el estudio no encontró evidencia de que estos individuos recurrieran a fuentes externas de control, como la creencia en un Dios interviniente o la justificación del sistema, lo que sugiere que, si bien se vuelven más defensivos y desvinculados, no necesariamente buscan consuelo o control a través de sistemas externos.

Una limitación señalada por los autores es la naturaleza transversal del estudio, que impide establecer causalidad.

Fuente: Journal of Personality

Articulo original:

Título: “Prolonged unemployment is associated with control loss and personal as well as social disengagement”.

Autores: Wiktor Soral, Marcin Bukowski, Michał Bilewicz, Aleksandra Cichocka, Karol Lewczuk, Marta Marchlewska, Aleksandra Rabinovitch, Anna Rędzio, Magdalena Skrodzka y Mirosław Kofta.

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