Acuñado por John Moravec, knowmad hace referencia a un nuevo perfil profesional -cuyo valor añadido es el conocimiento– que servirá como respuesta a la automatización del mundo laboral.
Según la autora del “Knowmads”, Raquel Roca, en el 2020 el 45% de los trabajadores serán nómadas del conocimiento. Una irrupción que vendrá impulsada por la rápida evolución tecnológica y la repercusión que está teniendo sobre la sociedad, tanto en el ámbito personal como en el laboral.
Tal y como defiende Roca, más que un perfil, knowmad es una actitud. A diferencia de otros términos como el de millennial, los nómadas del conocimiento no responden a un intervalo de edad concreta, aunque suelen ser personas que se encuentran entre los 27 y 35 años.
El valor diferencial que pueden aportar en los trabajos del futuro no se limita a transformar la información en conocimiento. También destaca la capacidad de desempeñar trabajos relacionados con la creatividad, innovación o resolución de problemas, que se presumen mucho más complicados de sustituir por máquinas.
Aunque muchos no dejan de considerarlo como una moda pasajera, el término knowmad parece haber venido para quedarse. Precisamente es la riqueza de su significado (reúne las condiciones para trabajar con las exigencias de los nuevos tiempos), y la cantidad de gente a la que representa, lo que hace de esta palabra un concepto capaz de perdurar en el tiempo.
Pasaporte de habilidades de un knowmad
El pasaporte de habilidades es el término empleado por Raquel Roca para referirse al conjunto de particularidades que define a estos profesionales. Pero, ¿cuáles son estas aptitudes?:
- Entienden el trabajo como un oficio: Se dedican a trabajos que les gusta desempeñar y lo hacen no como un medio para ganar dinero, sino para alcanzar su propia satisfacción personal.
- Generan ideas y son imaginativos: Son una fuente inagotable de recursos e ideas. Además, están capacitados para reaccionar ante cualquier tipo de problemas o imprevistos y ofrecer soluciones.
- Sentimiento de pertenencia: No se sienten identificados con la idea de pertenecer únicamente a una marca o compañía. Desempeñan su trabajo de forma autónoma y no toleran bien recibir órdenes.
- Dominan las nuevas tecnologías: Forman parte de los llamados early adopters, es decir, innovadores que están a la vanguardia en la adquisición de los últimos productos tecnológicos y están al tanto de las novedades de los que están por venir.
- Gestión de redes sociales: Una herramienta que utilizan para la difusión del conocimiento y para estar informados sobre todo lo que ocurre en el mundo.
- Gran capacidad de adaptación: Son personas muy versátiles, competentes, flexibles, adaptables y moldeables; lo que les convierte en candidatos ideales para todo tipo de ecosistemas laborales.
- Aprendizaje continuo: No se conforman con lo que ya saben. Son conscientes de que, para permanecer actualizados, deben formarse durante toda la vida. Aprenden en función de sus inquietudes.
- Sin miedo al fracaso: Asumen sus errores y aprenden de ellos. Les gusta ser responsables de sí mismos y no dejan que su futuro dependa de otros.
La gestión e integración de estos nuevos perfiles profesionales, por tanto, tiene que ser una prioridad para las empresas. Su competitividad en el mercado será más alta si cuentan con los trabajadores del futuro.
La clave organizativa para realizar este proceso con éxito es construir una estructura flexible y con gran capacidad comunicativa.
Para optimizar el conocimiento y capacidades de los knowmads, las compañías tienen que apostar, por ejemplo, por espacios de trabajo abiertos donde fluya ese conocimiento, por liderazgos participativos que permitan las tareas en equipo y la cooperación, o por modelos de trabajo innovadores, basados en la tecnología. Con este tipo de prácticas, se construirá una marca empleadora atractiva para atraer y retener este talento.
Fuente: Randsand