El mundo se ha vuelto cada vez más caótico; el tiempo parece insuficiente para desarrollar todo lo que se desea. No es de extrañar que el estrés sea una de las causas más frecuentes involucradas en enfermedades mentales o físicas. Algunas prácticas pueden ayudar a crear una armonía entre el cuerpo y la mente, y afrontar el día a día con más calma; meditar es una de estas.
Ideas preconcebidas sobre “meditar”
La meditación es una actividad que ha pasado de ser una práctica religiosa a ser una recomendación de médicos y psicólogos. Muchos de los pacientes con padecimientos por enfermedades emocionales son invitados a dedicar un tiempo al día a meditar, lo que ha revelado grandes beneficios para la salud física y mental.
Ahora bien, aún hay muchos escépticos que ponen en duda cómo puede esta práctica conseguir un beneficio no solo emocional, sino también físico. Algunos piensan de esta manera porque creen que meditar solo se trata de un análisis introspectivo que no tiene un fin particular.
Otros, cansados de un discurso barato, pueden llegar a pensar que meditar es una práctica de moda que en cualquier momento pasará a la historia. El aluvión de información puede inclinar a las personas a ver como charlatanería esta práctica que en perspectiva, puede tener grandes beneficios.
Que una persona dedique tiempo a meditar puede ayudarle de muchas maneras. Por ejemplo, puede conseguir relajarse en momentos de estrés máximo, lograr calma frente a situaciones de ansiedad, y paz a pesar de las circunstancias externas. Ahora bien, hay otros beneficios que pueden conseguirse con tan solo dedicar algunos minutos a meditar durante el día.
Meditar puede hacer bien a tu salud
La psicología ha estudiado por años los efectos que tiene en la salud mental el meditar. Por ejemplo, alguien con problemas de ansiedad puede meditar y conseguir disminuir los síntomas de esta enfermedad. También, a quienes manejan niveles de estrés muy elevados se les recomienda esta práctica, pues se obtienen buenos resultados.
Al meditar también se reduce la concepción de pensamientos negativos, ayuda a calmar las emociones y mejora la estima propia. Los problemas para conciliar el sueño son combatidos por esta práctica e incluso puede resultar beneficiosa para quienes sufren de adicción a las drogas. Por otro lado, meditar puede ayudar a mejorar algunos procesos cognitivos como la atención y memoria.
Ahora bien, ¿qué hay de las enfermedades físicas? También son susceptibles de mejorar cuando una persona se dedica a meditar de manera regular. Los niveles de presión arterial se mantienen en límites normales durante estas sesiones, y también se ha demostrado un mejor ritmo en las ondas cerebrales Alpha.
El aparato muscular se ve libre de tensiones durante esta valiosa práctica e incluso se mejora la respiración, lo que influye en otras condiciones de salud. También hay fuertes evidencias que indican que el dolor crónico puede ser tratado a través de meditar y relajarse. De hecho, muchos de los pacientes que sufren de migraña han visto que meditar puede aliviar en alguna medida el dolor.
No hay que salir de casa para meditar
Si bien muchos profesionales han creado centros para ayudar a otros a alcanzar los beneficios máximos de esta práctica, tú puedes hacerlo desde casa. Aprender a meditar es muy fácil, con la guía de los expertos, pero sin salir de casa.
Es importante que el lugar donde lleves a cabo el proceso de meditar esté libre de disturbios, lo que te permita relajarte al máximo. Algunos accesorios útiles para comenzar el proceso puede ser una esterilla para sentarte en el suelo o cojines cómodos para meditar (también llamados zafus). También, puedes acondicionar el ambiente con música hecha para lograr un estado de paz mayor.
Ahora bien, para meditar como debe ser es necesario conocer el proceso y entender cuál es el objetivo. En libros que aborden estos temas puedes encontrar mayor información y así poder realizar una práctica y lograr los beneficios que antes te mencionamos.
Por supuesto, lograr armonía del cuerpo y tu mente requiere de tiempo y dedicación. No se trata de un proceso instantáneo, así que una de las principales cualidades que debes cultivar es la paciencia. Finalmente, recuerda que meditar no es una práctica limitada a un grupo específico de personas, cualquiera puede hacerlo, así que siéntete en libertad de comenzar.