“No me imagino a una persona con sobrepeso dentro de la docencia de la Educación Física. Para mí, daría una imagen de profesional descuidado, como responsable». “Casi no he dormido en toda la noche pensando en mi primer día. Una vez en el colegio, cuando entro por la puerta, mi corazón se acelera». “Se está desarrollando un modelo de docente como si fuera un robot, frío, sin sentimientos ni emociones». Se trata de tres testimonios redactados por alumnado de Educación del campus palentino de la UVa en sus propios diarios corporales docentes. Estas reflexiones y muchas más han sido recogidas por Gustavo González Calvo y Lucio Martínez Álvarez, del Departamento de la Expresión Musical, Plástica y Corporal de la Universidad de Valladolid, y por Valeria Varea, de la Escuela de Ciencias de la Salud de la Universidad de Örebro, a lo largo del curso académico. Ordenando y clasificando los datos, este personal investigador ha podido conocer cómo se perciben a sí mismos y cómo creen que los perciben los demás los futuros docentes de Educación Física.
Gustavo González Calvo, profesor asociado del Departamento de Didáctica de la Expresión Musical, Plástica y Corporal de la Universidad de Valladolid. (Foto: UVa)
El origen de la investigación está en un proyecto de innovación docente. Los profesores propusieron en su asignatura a sus estudiantes redactar un diario personal en el que expresaran sus sentimientos sobre cómo ven sus propios cuerpos a la hora de impartir clases de Educación Física en Educación Primaria en sus prácticas.
“El quién soy yo es una percepción mediada por factores económicos o culturales. Asociamos, por ejemplo, la juventud a la actividad deportiva. Lo que hicimos fue crear una herramienta para conocer estos factores. Hasta ahora existían estudios cuantitativos sobre los efectos corporales en la impartición de las clases, como contar el número de bajas por problemas de foniatría por ejemplo, pero no había suficientes trabajos cualitativos sobre cómo se percibe el profesional de la docencia respecto a su cuerpo», explica Gustavo González Calvo, investigador principal del estudio. Esta autopercepción puede afectarle a él, a su alumnado y a la materia impartida.
Los docentes de Educación Física presentan una serie de características diferenciadas de sus compañeros de claustro en un colegio. Sus clases se ven afectadas cuando su estado físico o su salud se resiente, perciben que hay mayores exigencias desde el alumnado respecto a su propio cuerpo, al trabajar en espacios amplios el grupo es más difícil de controlar. “Con este proyecto, podemos construir una identidad profesional de este profesorado de Educación Física que le ayude a mejorar», resume González Calvo.
En los diarios corporales docentes, los autores reflejan principalmente sus inquietudes. El equipo investigador agrupa estas reflexiones en cuatro tipos: los relativos a la salud y la energía, la comunicación corporal o interacción con el alumnado, la imagen corporal del docente y las emociones y reflejo en lo corporal. A medio camino entre la psicología y la educación, el trabajo de investigación ha empezado a producir resultados científicos. Recientemente, el equipo investigador ha publicado un artículo en la revista científica Sport, Education and Society.
(Fuente: UVa / DICYT)
Gustavo González Calvo, profesor asociado del Departamento de Didáctica de la Expresión Musical, Plástica y Corporal de la Universidad de Valladolid. (Foto: UVa)
El origen de la investigación está en un proyecto de innovación docente. Los profesores propusieron en su asignatura a sus estudiantes redactar un diario personal en el que expresaran sus sentimientos sobre cómo ven sus propios cuerpos a la hora de impartir clases de Educación Física en Educación Primaria en sus prácticas.
“El quién soy yo es una percepción mediada por factores económicos o culturales. Asociamos, por ejemplo, la juventud a la actividad deportiva. Lo que hicimos fue crear una herramienta para conocer estos factores. Hasta ahora existían estudios cuantitativos sobre los efectos corporales en la impartición de las clases, como contar el número de bajas por problemas de foniatría por ejemplo, pero no había suficientes trabajos cualitativos sobre cómo se percibe el profesional de la docencia respecto a su cuerpo», explica Gustavo González Calvo, investigador principal del estudio. Esta autopercepción puede afectarle a él, a su alumnado y a la materia impartida.
Los docentes de Educación Física presentan una serie de características diferenciadas de sus compañeros de claustro en un colegio. Sus clases se ven afectadas cuando su estado físico o su salud se resiente, perciben que hay mayores exigencias desde el alumnado respecto a su propio cuerpo, al trabajar en espacios amplios el grupo es más difícil de controlar. “Con este proyecto, podemos construir una identidad profesional de este profesorado de Educación Física que le ayude a mejorar», resume González Calvo.
En los diarios corporales docentes, los autores reflejan principalmente sus inquietudes. El equipo investigador agrupa estas reflexiones en cuatro tipos: los relativos a la salud y la energía, la comunicación corporal o interacción con el alumnado, la imagen corporal del docente y las emociones y reflejo en lo corporal. A medio camino entre la psicología y la educación, el trabajo de investigación ha empezado a producir resultados científicos. Recientemente, el equipo investigador ha publicado un artículo en la revista científica Sport, Education and Society.
(Fuente: UVa / DICYT)