Por otra parte, la pandemia ha evidenciado la importancia de la escuela, no únicamente como lugar de transmisión o de intercambio de conocimientos, sino a nivel social. Si los niños de infantil y primaria no pueden ir a clase, los padres y madres, no pueden acudir a su puesto de trabajo, ni siquiera conciliar los dos ámbitos en un mismo espacio. Además, los padres no son, ni se tienen que convertir en profesores, afirma Ollero.
La experta subraya que ir a la escuela es un derecho de los menores y el único espacio donde realmente, hay igualdad de oportunidades. A este respecto, la psicóloga hace referencia a la potenciación de la Inclusión Educativa y a realizar un trabajo coordinado entre comunidad educativa, Servicios de Salud, Servicios Sociales y responsables municipales. El psicólogo educativo, asevera Ollero, es un agente necesario para poder garantizar que la dinámica escolar se desarrolla de manera armónica y asesorar en las acciones que ayudan a reducir los aspectos negativos de esta situación que puedan afectar tanto al profesorado, a las familias, como el alumnado.
El profesorado, clave para que la vuelta al cole sea un éxito
Todas las medidas establecidas por la administración están encaminadas a disfrutar de una jornada segura. Aún así, los profesores y profesoras pueden sentir preocupación o ansiedad puesto que para ellos también es un contexto diferente. En el momento que se abren las aulas, durante un tiempo prolongado, se relacionarán con unos veinte contactos a pesar de hacer, en algunos casos, grupos burbuja. Además, recuerda Ollero, cada profesor tiene una realidad concreta son personas que pueden tener niños o familiares de riesgo a su cargo, que se sienten responsables de los alumnos con los cuales están cada día…y todo esto, los puede generar malestar. Tienen que normalizar estas emociones, escucharlas y rebajarlas con información procedente de fuentes oficiales.
La psicóloga aconseja hacer, durante los primeros días de clase, sea cual sea el nivel educativo, sesiones de ventilación emocional, con el objetivo de expresar emociones. A través del diálogo, escritos, dibujos, o juegos dinámicos, se ha de hablar sobre el confinamiento, la nueva normalidad, las normas sanitarias, o las preocupaciones, así como transmitir que tienen que colaborar puesto que todos somos responsables de todos. Esta técnica, les permitirá asimilar las novedades y los maestros, obtendrán información sobre el estado emocional de la clase.
Hay que recordar que el profesorado, al igual que las familias, es un grupo de referencia e importantes figuras de apego para los niños, niñas y jóvenes. Este colectivo es clave para que el inicio y el curso en sí, sea exitoso. Es importante que se muestren contentos y calmados, que interioricen con serenidad los nuevos protocolos y que se sientan seguros a nivel sanitario, ya que de ellos dependerá gran parte del afrontamiento de las familias. Es fundamental dar toda la información y apoyo posible al profesorado, se tiene que cuidar al cuidador, insiste Ollero