El apoyo social percibido, la inteligencia emocional y el autoconcepto mejoran el rendimiento escolar

La investigadora Oihane Fernández Lasarte del grupo de investigación PSIKOR de la UPV/EHU (España) ha analizado la variabilidad de la inteligencia emocional y el rendimiento o ajuste escolar en función del sexo y la edad en las etapas de la adolescencia y la juventud. Los resultados confirman diferencias significativas favorables a los chicos en inteligencia emocional y a las chicas en ajuste escolar.

“La inteligencia emocional se define como la capacidad de percibir, comprender y regular las emociones, y es una variable relevante a considerar en el desarrollo y ajuste escolar del alumnado”, indica Oihane Fernández Lasarte, investigadora del grupo de investigación PSIKOR de la UPV/EHU. Además, “el apoyo social percibido y el autoconcepto son también variables relacionadas con el éxito escolar del alumnado”, añade.

Así, este trabajo se ha centrado en analizar cómo cambian la inteligencia emocional y las variables de rendimiento o ajuste escolar en función del sexo y la edad y examinar las relaciones entre todas ellas; asimismo, se ha comprobado que las variables de ajuste escolar dependen en gran parte del autoconcepto y de la inteligencia emocional, y todas ellas dependen del apoyo percibido del profesorado, la familia y las amistades. “Han participado 1894 estudiantes de educación secundaria y la UPV/EHU, porque consideramos que la adolescencia y la juventud son etapas con una gran cantidad de cambios a diferentes niveles que pueden conllevar riesgo de desajuste y la necesidad de adaptación personal, social y escolar”, explica la investigadora de la UPV/EHU.

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Oihane Fernández. (Foto: UPV/EHU)

Los resultados confirman diferencias significativas favorables a los chicos en inteligencia emocional y a las chicas en ajuste escolar. “Mientras que las chicas puntúan más alto en atención emocional, los chicos muestran una mayor claridad y reparación emocional”, subraya Oihane Fernández Lasarte. Además, “son las chicas quienes manifiestan un mayor rendimiento académico, una mejor integración escolar tanto con el profesorado como con el alumnado e incluso mayores expectativas académicas”. Al respecto, la autora del trabajo señala la posible influencia del estereotipo de género, fruto de la socialización y educación que espera dichas cualidades de ellas y ellos. Por ello, subraya que es necesario el trabajo educativo para romper estos estereotipos de género.

En general, “también se corrobora el declive de las puntuaciones de esos valores durante la educación secundaria y su recuperación o mejora en la juventud universitaria”, comenta Fernández Lasarte. “Cabe destacar que, de forma inesperada, se produce un nuevo descenso de la implicación emocional en la juventud universitaria, que se traduce en pérdida de motivación, falta de interés…”.

Igualmente, la mayoría de las variables se relacionan en la dirección esperada: ante un mayor apoyo del profesorado, de la familia y de las amistades, mayor es el ajuste escolar del alumnado; a mayor autoconcepto, mayor es el ajuste o rendimiento escolar; y a medida que aumenta la inteligencia emocional, también mejora el ajuste escolar.

Otra contribución de este trabajo es la fuerza que muestra el autoconcepto como variable psicológica que determina el ajuste escolar, mientras que la inteligencia emocional por sí sola no logra explicar el ajuste escolar. Es decir, “la inteligencia emocional por sí sola no influye en el rendimiento o ajuste escolar, que es lo que se esperaba encontrar, necesita del autoconcepto. Si se mejora la inteligencia emocional y a su vez se consigue mejorar el autoconcepto, en ese caso el ajuste escolar mejora significativamente”, señala la investigadora de la UPV/EHU.

Por último, la investigadora destaca la relevancia que tiene el profesorado sobre las variables de ajuste escolar del alumnado, así como la importancia de la familia sobre las variables psicológicas (la inteligencia emocional y el autoconcepto) de los hijos e hijas. Por lo tanto, “conviene considerar estos resultados de manera que cada agente educativo ponga especial atención en trabajar las variables sobre las que mayor efecto ejerce”, indica Oihane Fernández Lasarte.

Esta investigación se ha llevado a cabo en el marco de la tesis doctoral de Oihane Fernández Lasarte (Mutriku, 1979), titulada ‘Inteligencia emocional y ajuste escolar en la adolescencia y juventud’ y dirigida por los profesores Eider Goñi Palacios e Igor Camino Ortiz de Barrón del Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación y del Departamento de Teoría e Historia de la Educación de la Facultad de Educación y Deporte de la UPV/EHU, respectivamente. (Fuente: UPV/EHU)

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