El COPCV ofrece orientaciones sobre la gestión emocional en el trabajo durante la crisis del coronavirus

Ante esta situacional tan excepcional y de incertidumbre ante la que nos encontramos, algunos trabajadores y trabajadoras, sea cual sea su labor y nivel de responsabilidad, tienen que seguir acudiendo a su lugar de trabajo para prestar su valiosa contribución a la sociedad: profesionales de la salud y de la seguridad, personal de pequeños comercios o supermercados, del transporte público, de equipos de limpieza, etc. Todos ellos, se ven obligados a intentar adaptarse a esta nueva situación.

“Hasta hacerlo, hay que señalar que es normal experimentar cierto nivel de ansiedad, preocupación y nerviosismo. Es lógico, nos encontramos ante una situación nueva, con importantes medidas y restricciones, y lo que es más importante, relacionadas todas ellas con la salud”, argumenta Pilar del Pueblo, psicóloga del Trabajo, de las Organizaciones y RR.HH., vocal de la Junta de Gobierno del COPCV.

Por ello, va a ser crucial la gestión emocional en el lugar de trabajo que hagamos en este contexto. Del Pueblo, ofrece algunas orientaciones para que esta gestión emocional y por tanto la adaptación a este nuevo escenario, sea la mejor posible:

  • Comprender y aceptar la situación, no intentar resistirse a ella, (por qué a mí me toca ir a trabajar, por qué no cierran mi empresa, tendría que ser igual para todo el mundo, etc.) Si es nuestro caso y nuestra empresa así lo considera, seguro que es porque nuestra labor sea importante en estos momentos y es necesario ser responsables y contribuir con nuestro compromiso a la sociedad, sea el que sea nuestro trabajo seguro que será de gran utilidad para los demás. Aceptemos la situación y dejemos de luchar contra ella.

  • Centrémonos en hacer todo lo que está en nuestras manos: es muy importante cumplir las medidas sanitarias, es nuestra labor protegernos y luego proteger a nuestras familias cuando lleguemos a casa; no compartir mensajes negativos e intentar huir de esas fuentes. No compartir rumores ni malas prácticas con los compañeros.

  • Esto es una labor de equipo. En estos momentos, es cuando más necesitamos unirnos y afrontar esta realidad, darnos apoyo unos a otros, tranquilizarnos, ayudarnos cumpliendo cada uno con nuestra responsabilidad y vigilar también cómo están los demás y transmitir seguridad (no alimentar quejas, críticas, desánimo, mensajes catastrofistas, etc.). Seguir las recomendaciones que los expertos en Psicología estamos haciendo para controlar la ansiedad.

  • Ante los pensamientos negativos y catastrofistas, reconocerlos, saber que es normal que aparezcan y centrarse en otros más tranquilizadores y que cada uno puede formular (esto pasará, son unos días, sé cómo hacer bien mi trabajo, voy a respirar y a concentrarme en lo que tengo que hacer, tengo lo necesario para hacer mi trabajo de manera segura y si no es así lo pregunto).

  • Buscar momentos y pausas para respirar y centrarse. Una buena idea sería poner carteles en el lugar de trabajo con mensajes positivos de control, elaborados por el equipo para esta situación.

  • Cada uno de nosotros tenemos que comprometernos con lo que está en nuestra mano hacer, intentar no dejarnos influir por lo que hagan o dicen los otros (clientes alterados, nerviosos, mensajes catastrofistas…). Pensemos que quizás ellos, no saben gestionar la situación y necesitan proyectarla en los demás.

Los responsables de las empresas y los mandos intermedios tienen una gran labor. Ahora más que nunca, necesitan ejercer su influencia en el equipo:

  • Velar en primer lugar por las condiciones de seguridad, que todo el mundo las conozca y las cumpla. Buscar sólo fuentes fiables y manejar información contrastada.

  • Mantener la calma para transmitir tranquilidad. Pueden reconocer su preocupación  y que sienten ansiedad ya que por ello, saben lo que está sintiendo el equipo, empatizar, y con todo, terminar con un mensaje positivo: ‘este es un momento en el cual es fundamental permanecer unidos y hacer bien nuestra labor’ o ‘si estamos aquí, es porque somos importantes y necesarios’.

  • Agradecerles y reconocer la labor de cada uno de los miembros del equipo.

  • Crear espacios para que los trabajadores y trabajadoras puedan descansar y compartir cómo están. Intentar aportar algo diferente (un desayuno apetitoso, comida especial, etc. Será la manera de que se sientan más atendidos.

En resumen, ACEPTACIÓN, RESPONSABILIDAD, ADAPTACIÓN, y APOYO MUTUO.

Tanto si se trabaja en casa como en la empresa, es conveniente pensar que estamos realizando una labor necesaria. A partir de aquí, cada persona debe de comprometerse en tomar las medidas de seguridad apropiadas, en primer lugar, con ella misma, y posteriormente, con el equipo y con los clientes. Y al regresar a casa, de camino, pensar en la labor tan importante que han realizado, y que con ésta, contribuyen además de a la sociedad, a sus propias familias igual que muchos otros profesionales.

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