El funcionamiento intelectual límite: una metacondición de salud que requiere atención sociosanitaria, educativa y legal específica

En comparación con la población general, las personas con un funcionamiento intelectual límite tienen un mayor riesgo de deterioro cognitivo y problemas de desarrollo neurológico, una mayor vulnerabilidad a la mala salud física y mental y un mayor riesgo de exclusión social. También enfrentan mayores dificultades para alcanzar hitos del desarrollo, hacer frente a los desafíos ambientales y a las complejas demandas sociales y transiciones. Sin embargo, no hay consenso sobre la terminología y la definición del funcionamiento intelectual límite, y su ausencia en las principales clasificaciones de diagnóstico hace que el funcionamiento intelectual límite sea una entidad clínica invisible. En la mayor parte del mundo, las personas con un funcionamiento intelectual límite no pueden acceder a atención médica especializada, servicios sociales, beneficios por discapacidad o cualquier servicio de protección que puedan necesitar.

Con esta introducción, investigadores españoles presentan un artículo publicado en la revista The Lancet Psychiatry, bajo el título «The Girona declaration on borderline intelectuall functioning», a través del cual pretenden dar visibilidad a la situación de las personas con Funcionamiento Intelectual Límite.

Foto: Josh Sorenson Fuente: pexels Fecha descarga: 26/03/2020

Tal y como señalan los autores, la declaración presentada en su artículo es fruto de un grupo de consenso internacional, cuya finalidad es promover la conciencia mundial y el apoyo al funcionamiento intelectual límite como una metacondición de salud con un impacto considerable en la sociedad.

Esta declaración incluye una descripción y una definición integral del funcionamiento intelectual límite e insta a impulsar políticas y prácticas para mejorar la calidad de vida y la salud de las personas con esta condición.

A continuación, recogemos algunos de los principales puntos expuestos en su texto:

  • Se considera que el funcionamiento intelectual límite es una metacondición de salud compleja, en lugar de un código descriptivo caracterizado únicamente por puntajes de entre 70-85 en el límite del CI.

  • Se reconoce que las personas con funcionamiento intelectual límite tienen asociados otros índices adicionales de funcionamiento cognitivo y adaptativo que limitan su desempeño social, académico y laboral, y restringen su plena participación en la sociedad. La población general que entra dentro del rango de puntuación límite del CI, representa el universo social de las personas que podrían estar en riesgo de presentar funcionamiento intelectual límite, y que es necesario detectar.

    Actualmente, la investigación centrada en el funcionamiento intelectual límite como metacondición de salud sigue siendo escasa y la prevalencia de personas con esta condición, que presentan déficits cognitivos y adaptativos que requieren atención y apoyo, sigue siendo desconocida. Asimismo, la eliminación de los rangos de CI, como una definición pasada de moda ha puesto de relieve la necesidad de identificar a las personas con funcionamiento intelectual límite.

  • Los autores definen el FIL como una agrupación heterogénea y reconocen que no todas las personas dentro de las puntuaciones límite de CI (71-85) tienen limitaciones en el desempeño social, académico y laboral y participación restringida en actividades. Por ello, señalan que la evaluación de todas las personas con sospecha de FIL no ha de limitarse a la medición de los puntajes de CI, sino que debe contemplar otros índices de dificultad en el funcionamiento cognitivo y adaptativo.

  • Las personas con FIL tienen una mayor vulnerabilidad para desarrollar problemas físicos y una mala salud mental frente a la población general, y su riesgo de exclusión social es elevado. Igualmente, enfrentan mayores dificultades para alcanzar los hitos del desarrollo y educativos, así como los desafíos ambientales y las complejas demandas sociales y transiciones.

  • Los autores proponen que se preste una atención más detallada a la vulnerabilidad, a las necesidades adaptativas, y a los apoyos que se ofrecen a las personas con funcionamiento intelectual límite, comenzando desde la infancia hasta la adolescencia, y durante la transición a la edad adulta. Las estrategias de detección temprana y un seguimiento adecuado durante todo el período de educación especial deben reforzarse con apoyos para promover el funcionamiento óptimo en el ámbito social, académico y laboral y para mitigar el efecto de las experiencias adversas de la vida.

  • Se hace hincapié en la necesidad de paliar las dificultades que enfrentan las personas con FIL en términos de diversas barreras administrativas, problemas de acceso y/o elección para servicios relacionados con discapacidad, así como riesgo de percibir un trato discriminatorio en entornos legales y forenses.

  • Dado lo anterior, la declaración aboga para que la atención y el apoyo para estas personas, se basen en los principios de justicia, equidad, inclusión y diversidad, y sigan el enfoque de atención integral para todos, siendo parte de los programas generales en todos los sectores relevantes, (salud, social, educación, empleo, vivienda y legal).

  • Especialmente importante es evitar el estigma y el etiquetado. La detección precoz, la atención y el seguimiento, son esenciales para optimizar el funcionamiento adaptativo de las personas con FIL.

Los autores de la declaración finalizan alentando a que se investiguen en profundidad todos los aspectos relevantes del funcionamiento intelectual límite desde las perspectivas sanitaria, social, educativa, laboral, legal y forense, y a que se promueva la formación y educación necesarias en FIL para los profesionales de los diferentes ámbitos que intervienen en la atención de este colectivo.

Igualmente, subrayan la trascendencia de la coordinación intersectorial, junto con la transmisión de conocimiento entre profesionales, usuarios/as, participantes y los distintos sectores involucrados (p. ej., salud, educación, trabajo, acción social, sistema legal, etc.) en pro de la calidad de vida de las personas con funcionamiento intelectual límite en la sociedad.

Fuente: Martínez-Leal R, Folch A, Munir K, Novell, R., y Salvador-Carulla, L. (2020). The Girona declaration on borderline intellectual functioning. Lancet Psychiatry , 7 (3): e8. DOI: https://doi.org/10.1016/S2215-0366(20)30001-8

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