El papel de dolor crónico en pacientes con depresión

Un aspecto interesante para la investigación y la clínica es conocer el impacto que tiene la vivencia conjunta de estas dolencias a nivel cognitivo, es decir, cómo el dolor y la depresión afectan en la manera de construir la realidad de estos pacientes en su día a día. Esta pregunta es la que se intenta abordar en nuestro estudio publicado en la revista International Journal of Clinical and Health Psychology titulado Rigidez cognitiva en pacientes con depresión y fibromialgia. Los pensamientos de pacientes con depresión se han descrito como rígidos, ya que permanecen estables a pesar de que se produzcan cambios en las circunstancias o el contexto que sugieran la necesidad de relativizarlos o modificarlos. Además, también se ha observado una tendencia a la polarización, es decir, un pensamiento en blanco o negro, sin matices de grises.

Para conocer el efecto del dolor crónico en el funcionamiento cognitivo en la depresión, se identificaron 31 pacientes con diagnóstico de depresión mayor y de fibromialgia (FM), que participaron en un ensayo clínico aleatorizado publicado en la revista Depression and Anxiety en el 2016 (datos de seguimiento a un año en la revista PLoS One, 2018). Los pacientes realizaron una entrevista diagnóstica estandarizada, completaron el cuestionario de depresión de Beck para medir la gravedad de los síntomas depresivos y, por último, se les aplicó la Técnica de la Rejilla (TR) para evaluar su estructura cognitiva. Se realizó una comparación con los datos obtenidos en una muestra apareada de 31 pacientes del mismo ensayo, sin diagnóstico de FM y que no habían informado de niveles altos de intensidad del dolor. Los datos mostraron que los pacientes con depresión y fibromialgia presentaron mayor severidad de los síntomas depresivos y mayor rigidez cognitiva, es decir, presentaban mayor tendencia a interpretar las experiencias con mayor nivel de polarización y con menos matices de significado.

Este estudio utiliza la TR, diseñada originalmente por George Kelly en 1955. La TR ha sido ampliamente utilizada en investigación en múltiples ámbitos dentro y fuera de la Psicología, pero cuenta con un mayor número de publicaciones relevantes en el ámbito clínico. Esta técnica explora el mundo de significados del entrevistado, identificando sus constructos personales. De forma similar a como funcionan los constructos teóricos, los constructos personales son dimensiones bipolares de significado, surgidas a partir de la captación de diferencias que hace cada persona en su mundo experiencial en sus propios términos, como podrían ser “bueno -malo”, “frío – caliente” o “sano – enfermo”, por poner solo algunos ejemplos. Cuando analizamos estos significados y la estructura cognitiva que conforman, podemos conocer, por ejemplo, si una persona suele ver a las otras personas en términos más categóricos o polarizados (p. ej., son buenos o son malos), o puede que los clasifique de forma más flexible (p. ej., son más o menos buenos o malos). Este estudio encontró unos resultados remarcables, ya que nos indican que una manera de construir más rígida, la cual se suele encontrar en los pacientes con depresión, es aún más exacerbada en los pacientes que a su vez presentan también fibromialgia. Asimismo, parece que esta rigidez se asocia a mayor sufrimiento psicológico, ya que los síntomas depresivos son más graves en este grupo de pacientes.

Estos hallazgos abren una puerta muy interesante para la práctica clínica con pacientes con depresión, ya que indican que es muy relevante para el diagnóstico y el tratamiento tener en cuenta los síntomas físicos del dolor crónico para poder ajustar mejor el tratamiento psicológico. Esta capacidad de ajuste y adaptación podría conllevar una mayor eficacia y mejorar así el estado mental de estos pacientes.

El artículo completo así como las referencias pueden encontrarse en la Revista International Journal of Clinical and Health Psychology:

Aguilera, M.,Paz, C., Compañ, V., Medina, J.C., Feixas, G. (2019). Cognitive rigidity in patients with depression and fibromyalgia. International Journal of Clinical and Health Psychology, 19, 160-164.

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