La cuestión de la ciencia y pseudociencia es un caso de particular interés en psicoterapia – Entrevista a M. Pérez, IV Congreso Nacional de Psicología

El próximo mes de julio, entre los días 21 al 24, tendrá lugar el IV Congreso Nacional de Psicología e International Symposium on Psychological Prevention, un evento organizado por la Fundación Española para la Promoción y el Desarrollo Científico y Profesional de la Psicología (Psicofundación) y el Consejo General de la Psicología de España (COP).

Con motivo de la celebración del Congreso, y como en ocasiones anteriores, tendrá lugar la Convención del Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos, que cuenta con un programa de conferencias, mesas redondas y simposios específicos sobre diversos temas de debate de actualidad en Psicología. Entre las temáticas que se abordarán, se incluye una conferencia de D. Marino Pérez Álvarez sobre Ciencia y Pseudociencia en la Psicoterapia, que será seguida de una mesa redonda. Para conocer más en detalle el trasfondo y las implicaciones de este debate, Infocop ha entrevistado a D. Marino Pérez, psicólogo Especialista en Psicología Clínica y catedrático del Departamento de Psicología de la Universidad de Oviedo.

Dr.Marino Pérez

ENTREVISTA

Teniendo en cuenta que se aproximan las fechas de la celebración del IV Congreso Nacional de Psicología en el que impartirá una conferencia sobre Ciencia y Pseudociencia en Psicoterapia, ¿podría adelantarnos algunas de las principales líneas de su intervención?

De entrada, será necesario tener presentes las distintas acepciones de ciencia, con miras a situar la psicología, siempre con un estatuto científico controvertido entre las ciencias naturales y las ciencias sociales. Una vez esto, queda por dilucidar el particular estatus científico de la psicoterapia, en este caso entre la ciencia psicológica y saberes no-científicos, no por ello menos fundamentales como la prudencia (frónesis), el sentido común, saberes-prácticos, valores y normas. Este peculiar estatus de la psicoterapia es compartido por la medicina y ya no se diga la psiquiatría. Como se verá, la complicada cuestión de delimitar ciencia y pesudociencia no se resuelve meramente en términos empíricos de eficacia, sino conceptuales, teóricos, sin dejar de lado la filosofía de la ciencia.

Como experto, ¿cuál es el estado actual de la cuestión?

La psicología nunca tuvo un desarrollo tan amplio y extendido, ni dispuso de tantos estudios empíricos, datos y resultados incluyendo la eficacia de las psicoterapias, como en nuestros días. Sin embargo, no por ello tiene un estatus científico más asegurado y delimitado. Por el contrario, la psicología está atravesando una crisis de cientificidad, sean por caso, el problema de la replicación de los hallazgos, la embestida de la neurociencia, el tsunami de los big data y la sempiterna credibilidad social. La cuestión de la ciencia y pseudociencia es un caso de particular interés en psicoterapia.

A su modo de ver, ¿por qué es de interés que los profesionales y académicos de la Psicología se planteen esta reflexión en torno al carácter científico de nuestra disciplina?

Para empezar, ese interés nunca debiera decaer, sino que forma parte de la propia ciencia y tanto más de la psicología que se debate entre diversas concepciones de la ciencia, cuando no si acaso es ciencia. Por otra parte, el interés en estas reflexiones viene suscitado quizá por amenazas como el intrusismo, la credibilidad y la imagen social.

Para finalizar, ¿le gustaría añadir algún otro comentario?

Quizá algún día cuando la psicología empezó a separarse de sus raíces comunes con la filosofía fue necesario o, al menos es entendible, su distanciamiento de la filosofía. Esto ocurrió a principios del siglo XX cuando la corriente principal de la psicología se autoconcibió como ciencia natural.  Un hito en España de esta autodelimitación de la psicología respecto de la filosofía se dio a partir de la década de 1970 con ocasión de la fundación de las facultades de psicología independientes de las facultades primero de filosofía y letras y después de filosofía y ciencias de la educación.  Lo malo de esa necesaria separación es que la psicología quedó limpia de filosofía, siendo en mi opinión que la psicología es la más filosófica de todas las ciencias. Sea como sea, la filosofía ahora es fundamental para remarcar el estatuto de la psicología como ciencia y su demarcación respecto de la pseudociencia.

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