ENTREVISTA
Para introducir el tema, hablemos de la Fundación Humans de la que usted es el presidente. ¿Cuál es la labor de esta institución? ¿Desde cuándo está en marcha? ¿Quién la integra?
La Fundación Humans para la promoción de la humanización es una fundación sin ánimo de lucro constituida ahora hace un año y medio y cuyos objetivos principales son investigar sobre la humanización del sistema sociosanitario, promocionar, potenciar y garantizar que los procesos sociosanitarios sean humanizados y potenciar el papel del paciente y la familia en el propio proceso asistencial. La fundación que tengo el honor de presidir está integrada por un patronato de profesionales con alta cualificación profesional, desde el Dr. Boi Ruiz que fue consejero en Cataluña, la Dra. Blanca Fernandez-Lasquety de la asociación de directivos de enfermería, Antonio Bernal que fue presidente de la alianza general de pacientes e instituciones de prestigio en el sector como los consejos de medicina, enfermería y farmacia, la asociación de directivos de hospitales y la conferencia de decanos de facultades de medicina. Debo de mencionar que en nuestro consejo asesor se encuentran el consejo de psicólogos, trabajadores sociales y fisioterapeutas.
¿Qué motivo impulsó su creación?
El objetivo que animó a crear la fundación es fundamentalmente hacer que el concepto humanización no sea una moda del momento y producto del interés político y mediático y garantizar que cuando estamos hablando de humanización, estamos hablando de un concepto holístico e integral que va más allá de las actitudes, para llegar a constituirse en una forma de entender la relación del sistema sociosanitario con los ciudadanos.
Una de las líneas estratégicas de su Fundación es la humanización de la asistencia sanitaria. ¿Qué se entiende por humanización de la asistencia?
Nosotros entendemos la humanización desde una perspectiva sistémica con un concepto que denominamos homosfera sociosanitaria. Este concepto, contempla que los profesionales sociosanitarios debemos garantizar la dignidad de las personas cuando se encuentran vulnerables y para ello debemos potenciar los valores de la compasión, la empatía, la escucha activa y en definitiva las actitudes más humanas. Pero de igual forma, tenemos que crear un sistema sociosanitario que sea integrador del individuo y que le facilite la suficiente protección, acogimiento y confort cuando la persona está enferma. Necesitamos un sistema centrado en las personas y no centrado en los procesos.
¿Por qué es importante invertir esfuerzos en mejorar este aspecto de la atención? ¿En qué pilares se sustenta la humanización de la asistencia sanitaria?
Damos por hecho que la asistencia sanitaria es humanizada pues se presta entre humanos, pero el sistema sanitario descuida de manera muy sustancial la percepción del paciente, su experiencia, sus necesidades y sus anhelos. Necesitamos personalizar la atención para garantizar que nuestros cuidados se realizan centrando nuestro interés en el ser humano con mayúsculas, es decir, reivindicando los aspectos más psicoafectivos, emocionales, trascendentales y sociales de la persona. En definitiva, garantizando una visión más ecológica e integradora de los cuidados. Existe hoy en día suficiente evidencia científica que demuestra de una manera objetiva el impacto que tiene en el curso evolutivo de las enfermedades, el tener en cuenta el mundo interno del paciente y de sus familias.
En relación con la humanización de la asistencia sanitaria, ¿qué lugar ocupa España con respecto a otros países? ¿Existen otros modelos de buenas prácticas que se hayan implementado fuera de nuestro país y, si es así, qué resultados están obteniendo?
España ocupa un importante lugar en tener una sociedad de bienestar amparada por un sistema nacional de salud que ha dotado a la atención sociosanitaria de una gran calidad científico-técnica. Nuestros profesionales son excelentes y nuestro sistema está en el ranking de los mejores desde el punto de vista de la calidad. Diríamos que España junto a países como Finlandia, Dinamarca, Suecia o Canadá, encabeza el cuadro de honor de los mejores. Pero debemos de realizar la consideración de que el gran avance tecnológico que se está produciendo en diversos campos de la ciencia y la tecnología, está haciendo que la visión del ser humano se esté dirigiendo en exceso hacia el exterior dejando de lado la exploración interna, el desarrollo personal, las capacidades y cualidades del ser humano como persona que nos dotan de valores que nos hacen ser radicalmente humanos. Creemos que debemos armonizar y compensar el gran desarrollo tecnológico y científico, con una revolución radicalmente humana, y para ello debemos potenciar que nuestros profesionales no solo estén altamente capacitados humanamente, sino altamente capacitados humanamente.
La humanización de la asistencia sanitaria es una necesidad patente de manera transversal en todo el sistema sanitario. No obstante, y como especialista en psiquiatría, ¿qué opinión tiene sobre la atención que se presta a las personas con problemas de salud mental en nuestro país, en relación con estos parámetros de humanización?
La atención en salud mental en España es por lo general excelente, aunque adolece de algunas deficiencias que hacen que nuestra atención en salud mental sea la mejor. En primer lugar, debería producirse una integración real de los espacios sanitarios y sociales. Toda la perspectiva de la atención debe de ser sociosanitaria. Esto no se consigue creando una consejería o un ministerio conjunto, ni creando áreas de coordinación sociosanitario, esto se consigue única y exclusivamente teniendo una gestión económico-financiera única. Lo social y lo sanitario son dos caras de una misma moneda y por ello debe de producirse una integración real desde lo económico hacia lo asistencial. Por otro lado, otro importante déficit se encuentra en la incorporación de psicólogos y trabajadores sociales, entre otros, al mismo nivel que el resto de los profesionales sanitarios. No podemos contemplar una profesión de la dimensión de la psicología, que quede al margen y diluida en los procesos asistenciales. El verdadero reconocimiento de la profesión, la incorporación clara de psicólogos en las plantillas de hospitales y centros de salud y la integración de sus competencias en todas las rutas asistenciales se hace necesaria y obligatorias.
Dentro de este marco de actuación, según su opinión, ¿cuál es el papel del profesional de la Psicología? A este respecto, ¿qué acciones o proyectos ha impulsado o pretende poner en marcha la Fundación Humans?
Desde la fundación Humans queremos potenciar y realizar de una manera clara la incorporación del psicólogo en todos los procesos, es por ello que en este momento estamos desarrollando siete proyectos que van desde la humanización del paciente crónico, hasta el paciente con infección VIH y pasando por la psoriasis o la humanización de la farmacia hospitalaria, y en todos ellos, la psicología está representada a través de sus profesionales. En estos momentos estamos concluyendo un interesante proyecto donde realizamos un análisis de las estrategias de salud mental en todas las CCAA con el objetivo de buscar denominadores comunes que podamos aportar a la estrategia nacional de salud mental. Este proyecto coordinado por el Dr. Celso Arango del hospital Gregorio Marañón, sería inviable sin la participación decidida de psicólogos.
Para finalizar, ¿le gustaría añadir algún comentario más al tema que nos ocupa?
El concepto holístico que tenemos en la fundación Humans, la visión que tenemos sistémica de los procesos y nuestro concepto de la homosfera sociosanitaria, nos hace querer y necesitar que la psicología sea un elemento nuclear en todos nuestros proyectos. Por eso para nosotros sería un gran honor que el consejo de psicólogos formara parte del patronato institucional al mismo nivel que médicos, enfermeras y farmacéuticos y de esa manera planificar actividades que ayuden a mejorar la atención humana de nuestros pacientes. En el último consejo asesor planificamos realizar un proyecto que aborde la soledad de las personas en clave preventiva y en clave asistencial. La participación del Dr. Manuel Berdullas, miembro de su consejo, fue determinante y clarificadora para proyectar y planificar este proyecto. No puede hablarse de humanización sin contemplar la dimensión psicoafectiva de la persona y aquí el psicólogo es necesario.