El proyecto Prompt Mental Health Care (PMHC) es conocido como la adaptación noruega del programa Improving Access to Psychological Therapies (IAPT) del Reino Unido, del que hemos hablado en numerosas ocasiones a través de Infocop. Específicamente, el enfoque PMHC permite que los usuarios de los servicios sanitarios noruegos puedan contactar directamente con los profesionales de la salud mental (en lugar de tener que ser derivados por el médico de cabecera, tal y como ocurre en la atención sanitaria habitual), asegurando que las personas que solicitan estos servicios son atendidas en un plazo máximo de 48 horas (frente a los plazos de hasta 12 semanas que se suelen dar a través de la atención sanitaria estándar) y ofreciendo diferentes modalidades de intervención, desde tratamientos de baja intensidad (tales como terapia de grupo o manuales de autoayuda) hasta tratamientos individuales con un terapeuta. Los tratamientos ofrecidos se basan en el modelo de intervención cognitivo-conductual y se aplican en diferentes modalidades, con la finalidad de que se puedan beneficiar de estos servicios el máximo número de personas. Asimismo, la atención se realiza en colaboración con los servicios sociales y comunitarios, de tal manera que se establece un programa de atención integral, centrado en la rehabilitación de los pacientes.
El estudio publicado en la revista Psychotherapy and Psychosomatics se trata del primer ensayo controlado aleatorizado que ha puesto a prueba este enfoque frente a la atención sanitaria estándar en este país. En el estudio participaron un total de 681 adultos diagnosticados de ansiedad o depresión leve o moderada, que fueron asignados aleatoriamente al programa PMHC o que recibieron la atención sanitaria estándar, siendo evaluados a los 3 y a los 6 meses tras finalizar la intervención.
Según muestran los resultados del estudio, los pacientes que recibieron atención a través del programa PMHC (n= 463) mostraron una tasa de recuperación del 58,5%, frente al 31,9% de los pacientes asignados a la atención sanitaria estándar (n=215), es decir, más de la mitad de los pacientes del programa PMHC alcanzaron niveles subclínicos al finalizar la intervención, frente a un tercio de los del grupo de tratamiento tradicional. En el grupo asignado al programa PMHC, las diferencias en el tamaño del efecto de los cambios fueron grandes para la depresión (d=0,88) y moderadas para la ansiedad (d=0,60). Asimismo, los participantes asignados al programa PMHC mostraron otros beneficios secundarios, tales como una mejora en el estado funcional, la calidad de vida y bienestar psicológico, en comparación con los participantes del tratamiento estándar.
Tal y como concluyen los autores, los resultados obtenidos muestran que el tratamiento proporcionado a través del enfoque PMHC es sustancialmente más efectivo que el tratamiento habitual para aliviar la carga de los trastornos de ansiedad y depresión, y además, muestra la viabilidad y aceptación de esta nueva estrategia de intervención para ser incorporada en los sistemas sanitarios tradicionales. A este respecto, cabe resaltar que tan sólo 3 de los 463 participantes del grupo de PMHC abandonaron la intervención. Los autores resaltan que estos resultados pueden servir de referencia para todos aquellos países que están actualmente ofreciendo tratamientos psicológicos de manera similar al programa IAPT del Reino Unido, debido a que las características de la propuesta de tratamiento e implementación son similares.
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