Ya se sabe que los robots pueden influir en el comportamiento de los humanos con los que interactúan directamente, pero es poco lo que se sabe acerca de cómo los robots afectan al modo en que los humanos nos relacionamos entre nosotros. El equipo de Margaret L. Traeger, de la Universidad Yale en Estados Unidos, ha completado una investigación al respecto de esto último.
Debido a que los robots sociales son cada vez más frecuentes en la sociedad humana, la gente se los encuentra cada vez más en tiendas, hospitales y otros lugares cotidianos. Esto hace que sea importante entender cómo moldean el comportamiento humano, tal como señala Traeger.
Los investigadores llevaron a cabo un experimento en el que 153 personas fueron divididas en 51 grupos compuestos por tres humanos y un robot. Cada grupo jugó a un juego basado en ordenadores tableta en el que los miembros trabajaban juntos para construir las rutas de ferrocarril más eficientes en 30 rondas. Los grupos fueron asignados a una de tres situaciones caracterizadas por diferentes tipos de comportamiento de los robots. Al final de cada ronda, los robots permanecían en silencio, o pronunciaban una declaración neutral relacionada con la tarea (como la puntuación o la cantidad de rondas completadas), o expresaban su vulnerabilidad con un comentario coloquial en el cual reconocían un error que habían cometido en la ronda. Todos los robots ocasionalmente perdían una ronda.
En los experimentos del nuevo estudio, se ha comprobado que los robots que admiten sus errores fomentan que los humanos con los que interactúan sean más comunicativos. (Foto: Yale Office of Public Affairs & Communications)
Las personas en cuyo equipo jugaba un robot que hacía declaraciones de vulnerabilidad pasaron aproximadamente el doble de tiempo hablando entre ellas durante el juego, y declararon disfrutar más de la experiencia en comparación con las personas de los otros dos tipos de grupos. Esto sugiere que la actitud del robot animaba a las personas a hablar entre sí.
Investigaciones como esta sirven, entre otras cosas, para vislumbrar cómo la sociedad cambiará a medida que crezca en ella la presencia de robots lo bastante inteligentes. La participación de robots inteligentes en equipos de humanos dedicados a actividades laborales y de otros tipos será cada vez más común y por ello es imprescindible que la conducta de esos robots no despierte rechazo en los humanos ni refrene su impulso de conversar entre ellos si hay presente un robot. (Fuente: NCYT Amazings)