El Grupo de Trabajo sobre Alternativas de Diagnóstico (Task Force on Diagnostic Alternatives-TFDA), que representa a la Sociedad de Psicología Humanista (División 32 de la Asociación Americana de Psicología), ha elaborado una carta abierta a través de la cual pide la reforma y revisión de los sistemas de diagnóstico en Psiquiatría, Psicología y atención a la salud mental.
Este Grupo de trabajo se creó en el año 2011, siguiendo la respuesta de la organización Mental Health Europe, la Sociedad Británica de Psicología y la Sociedad de Psicología Humanista a las propuestas de la Asociación Americana de Psiquiatría para lo que se convertiría, más adelante, en la quinta edición de su Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM-5). Su preocupación, quedó reflejada en aquel momento, en una carta abierta al DSM-5 que fue respaldada por más de 15.000 profesionales de la salud mental y otras personas, así como por más de 50 organizaciones profesionales.
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En esta nueva carta abierta, avalada por las principales organizaciones internacionales de salud mental, el Grupo de Trabajo expone una serie de preocupaciones relativas a los principales manuales de diagnóstico psiquiátrico, y apela a la Asociación Americana de Psiquiatría y a la Organización Mundial de la Salud, para que reflexionen sobre el propósito y el objetivo de los sistemas de diagnóstico como mecanismo para la comercialización de medicamentos y profesiones, frente a un intento genuino de mejorar el bienestar. A este respecto, subrayan la necesidad de realizar cambios significativos en los sistemas de diagnóstico para combatir la medicalización continua de respuestas emocionales naturales y normales.
En línea con las recomendaciones del Relator Especial de las Naciones Unidas, Dainius Pūras, que señalaba que la prescripción sigue al diagnóstico y que «el uso excesivo de categorías de diagnóstico [puede] conducir a una medicalización excesiva», los autores de la carta advierten del grave problema de la sobremedicalización, alertando de las proporciones terroríficas que ha alcanzado la prescripción de drogas psiquiátricas: uno de cada cinco estadounidenses ahora toma una droga psiquiátrica, con problemas generalizados de dependencia y, por lo tanto, daño físico y psicológico.
Tal y como ha afirmado en nota de prensa Peter Kinderman, miembro del Grupo de trabajo sobre paradigmas biomédicos de Mental Health Europe y uno de los impulsores de esta carta abierta: «Ver nuestros problemas emocionales como síntomas de enfermedades mentales es sólo una forma de pensar en ellos, con ventajas y desventajas. La psiquiatría biomédica no tiene el monopolio de la comprensión y, en esta carta abierta, dejamos en claro que existen perspectivas alternativas, válidas y basadas en evidencia científica sólida, que merecen ser consideradas. Necesitamos dejar de culpar y medicar a las víctimas de abuso y desventaja. Profesionales de la salud mental, políticos, periodistas y miembros de la sociedad se están dando cuenta de que existen alternativas a una perspectiva exclusivamente biomédica sobre nuestra salud mental. El enfoque biomédico es ineficaz y peligroso, lo que lleva a etiquetas patologizantes y a la prescripción de medicamentos nocivos en grandes cantidades.
En palabras de sus autores, la carta es un llamamiento a la pluralidad y la ciencia, más que al dogmatismo biomédico, ofreciendo una visión para el futuro y apelando a un cambio de paradigma.
Fuente: Mental Health Europe
Se puede acceder directamente al texto a través del siguiente enlace:
Open letter regarding the reform and revision of diagnostic systems