La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró por unanimidad el 2 de abril como Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo para poner de relieve la necesidad de contribuir a la mejora de la calidad de vida de las personas con autismo, para que puedan llevar una vida plena y gratificante como parte integrante de la sociedad.
El autismo o Trastorno del Espectro del Autismo (TEA) hace referencia a un conjunto amplio de condiciones que afectan al neurodesarrollo y al funcionamiento cerebral. Dando lugar, a las personas que lo padecen, a sufrir dificultades en la comunicación e interacción con los demás, así como en la flexibilidad del pensamiento y de la conducta de la persona que lo presenta.
A pesar de los grandes avances en la investigación sobre el autismo de las últimas décadas que han determinado varias claves fundamentales sobre el mismo, su origen sigue siendo un misterio. Además, el autismo cuenta con la dificultad añadida de que cada persona es diferente, de que cada individuo posee características propias.
Según la Organización Mundial de la Salud, uno de cada 160 niños tiene un TEA y sus síntomas suelen comenzar en la infancia y persistir hasta la adolescencia y la edad adulta. Otras estimaciones hablan de que puede afectar a uno de cada 68 niños en edad escolar. “Lo que sabemos es que, en los últimos años se ha constatado un aumento considerable del número de casos detectados y diagnosticados dentro del TEA, aunque aún no están claras las razones. Probablemente influye la mejora en el conocimiento y la formación de los profesionales, y también la mayor precisión de los procedimientos e instrumentos de diagnóstico. No obstante, no existe una explicación definitiva a este hecho y es muy necesaria más investigación al respecto”, explica Ruth Vidriales, responsable de Asesoramiento de Autismo España.
Fuentes: diamundialautismo.com y elpais.com