La pandemia de COVID-19 no solo trajo consigo desafíos sin precedentes, sino que también desencadenó una “gran reconexión”, en la que las personas recurrieron a la tecnología para recuperar conexiones que habían estado inactivas durante mucho tiempo. Un estudio publicado en el Journal of Social and Personal Relationships exploró las diversas motivaciones detrás de estas reconexiones y sus beneficios socioemocionales. Los hallazgos indican que las personas que reanudaron viejas relaciones informaron niveles más bajos de depresión y soledad, en particular cuando se involucraron en una autorrevelación profunda y amplia.
Los primeros meses de la pandemia de COVID-19 se caracterizaron por estrictas órdenes de confinamiento, lo que condujo a un aislamiento social significativo. Los autores del nuevo estudio estaban interesados en cómo esta situación única afectó las prácticas relacionales y comunicativas. Buscaban comprender por qué las personas decidían reconectarse con antiguos conocidos y cómo estas reconexiones impactaban en su bienestar mental.
“Atrapados en casa durante los primeros días de la pandemia, nuestro equipo de investigación quería comprender algunos de los fenómenos sociales que estábamos experimentando como resultado de las órdenes de quedarse en casa en ese momento”, dijo el autor del estudio, Nicholas Brody, profesor de comunicación en la Universidad de Puget Sound.
“Como estudiosos de la comunicación y la tecnología, nos interesaba especialmente cómo y por qué la gente intentaba reencontrarse con viejos amigos y seres queridos con los que no se había reencontrado en mucho tiempo. Otros investigadores habían estudiado este proceso de reconexión relacional y pensamos que sería interesante ampliar su investigación para ver si existían beneficios relacionados con la salud mental al acercarse a viejos amigos en un momento en el que la gente estaba luchando debido a la desconexión.
“Como equipo, habíamos estado estudiando la comunicación y la tecnología en las relaciones durante una década, y de repente nos enfrentamos a un momento en el que las personas se veían más o menos obligadas a usar la tecnología para mantenerse conectadas, era un momento oportuno para examinar este tipo de preguntas”.
Para su estudio, los investigadores reclutaron a 254 participantes a través de Amazon Mechanical Turk, una plataforma en línea que permite la rápida recopilación de datos de una muestra diversa. Los participantes tenían una media de edad de 34,72 años, con una división casi igual entre hombres y mujeres. Se les preguntó si se habían reencontrado con alguien de su pasado utilizando tecnologías de comunicación como las redes sociales, mensajes de texto, videollamadas o correo electrónico durante la pandemia.
Los investigadores descubrieron que la plataforma más utilizada para iniciar reconexiones era Facebook, incluido su servicio de mensajería. El amplio alcance de esta plataforma y su interfaz fácil de usar la convirtieron en una opción popular para reavivar viejas relaciones. Otros canales utilizados con frecuencia incluían mensajes de texto, llamadas telefónicas, otras plataformas de redes sociales como Instagram y videollamadas. La elección del canal de comunicación a menudo reflejaba el nivel de intimidad y la facilidad para iniciar el contacto.
Es importante destacar que Brody y sus colegas encontraron importantes beneficios socioemocionales asociados con la reconexión durante la pandemia. Los participantes que se revelaron a sí mismos de manera profunda y amplia con sus contactos reconectados informaron niveles más bajos de depresión y soledad. La profundidad de la revelación personal implicó compartir información íntima y personal, mientras que la amplitud abarcó una amplia gama de temas. Estas conversaciones integrales y significativas contribuyeron a mejores resultados en materia de salud mental.
Además, los investigadores descubrieron que los participantes que se revelaron más abiertamente tenían más probabilidades de anticipar interacciones futuras con sus contactos reconectados. Esta actitud positiva respecto de mantener las relaciones reanudadas sugiere que estas reconexiones no fueron solo medidas temporales durante la pandemia, sino que tenían el potencial de generar beneficios relacionales a largo plazo.
“Descubrimos que, en los primeros días de la pandemia, cuando las personas se comunicaban con personas de su pasado con las que no habían hablado durante algún tiempo, tendían a informar niveles más bajos de depresión y soledad”, dijo Brody. “Esto era así tanto cuando se participaba en conversaciones íntimas y profundas como en conversaciones amplias y temáticas. Es importante señalar que, debido a las recomendaciones de quedarse en casa, estas conversaciones se llevaban a cabo casi exclusivamente a través de tecnologías como las redes sociales, los mensajes de texto, las videollamadas y el correo electrónico”.
“Además, investigamos las motivaciones para reconectarse con las personas y las razones principales relacionadas con el deseo de reavivar una relación importante del pasado que se había vuelto latente, para hacer un chequeo de salud debido a la pandemia o por razones de nostalgia”.
“En general, estos hallazgos subrayan los posibles beneficios para la salud mental del uso de la tecnología de la comunicación, especialmente en momentos de estrés. Además, la mayoría de las teorías e investigaciones sobre la autorrevelación se centran en las conversaciones cara a cara e investigan nuevas amistades y relaciones. Este estudio demostró que los mismos procesos se dan en gran medida cuando se reaviva una relación que terminó”.
Sin embargo, las circunstancias particulares de la pandemia de COVID-19 pueden limitar la generalización de los hallazgos a otros contextos. La reconexión durante una crisis global puede ser diferente de la reconexión en tiempos más típicos.
“Por supuesto, estos hallazgos son algo limitados porque los datos se recopilaron durante los primeros días de la COVID-19, que fue un evento que se da una vez por generación y que requirió que las personas mantuvieran en gran medida el distanciamiento social”, dijo Brody. “También fue transversal. Las investigaciones futuras deberían examinar estos procesos de manera longitudinal”.
Fuente: Journal of Social and Personal Relationships
Articulo original:
Titulo: “The great reconnection: Examining motives for relational reconnection and investigating social penetration as a predictor of well-being”.
Autores: Nicholas Brody, Kate Blackburn y Leah LeFebvre.