¿Ser generoso pueda ayudar a atraer la belleza interior a la superficie?

Se sabe desde hace mucho tiempo que dar puede tener efectos positivos en la persona que da, como un aumento de la felicidad, la confianza e incluso la salud física. Pero una investigación de la Universidad de Indiana ha descubierto que puede haber otra posible implicación al dar: el atractivo físico.

El estudio de la Universidad de Indiana, publicado en Nonprofit and Voluntary Sector Quarterly, encontró que las personas más atractivas tienen más probabilidades de ser donantes, y los donantes son calificados como más atractivos.

«Los poetas y filósofos han sugerido el vínculo entre la belleza moral y física durante siglos», dijo la coautora del estudio Sara Konrath, profesora asociada de estudios filantrópicos en la Escuela de Filantropía de la Familia Lilly en su año sabático en el Instituto de Estudios Avanzados de Notre Dame. Y agrego: «Este estudio confirma que las personas que se perciben como más atractivas son más propensas a dar y estas se consideran más atractivas».

Konrath y la coautora del estudio Femida Handy, de la Universidad de Pensilvania, utilizaron tres estudios grandes, uno que examinó a los adultos mayores al mismo tiempo y dos que comenzaron al final de la adolescencia y siguieron a los participantes durante años; uno de estos estudios siguió a los participantes hasta su edad adulta. Konrath y Handy hicieron dos preguntas de investigación: ¿Las personas que emprenden más conductas de generosidad son calificadas como más atractivas físicamente? Y a la inversa, ¿es más probable que las personas más atractivas físicamente adopten comportamientos de generosidad?

Aquellos que calificaron el atractivo físico no tenían información sobre los comportamientos de generosidad de los participantes, lo que permitió a los investigadores determinar si los comportamientos de generosidad de una persona se correlacionaban con el atractivo físico, sin que el efecto halo de los evaluadores se vea influenciado por conocer los comportamientos de generosidad de los participantes.

En lo que respecta a los adultos mayores, el voluntariado y el dar afecto se relacionaron con índices más altos de atractivo. Cuando se trata de jóvenes, aquellos que se ofrecieron como voluntarios obtuvieron mejores calificaciones.

«Aunque no podemos explicar completamente por qué existe el vínculo entre los comportamientos generosos y el atractivo, encontramos una consistencia notable en los tres estudios, a pesar de que se realizaron en diferentes momentos, con diferentes participantes y con diferentes métodos y medidas», comento Handy.

El documento es importante, dijo Konrath, porque refuta la percepción de que la gente atractiva es egocéntrica y vanidosa. En cambio, los estudios encontraron que ser calificado como un poco más atractivo estaba asociado con un poco más de generosidad. Además, Konrath señaló que las personas gastan cantidades significativas de dinero en productos de belleza y cirugía cosmética para mejorar su apariencia, pero es posible que hacer el bien pueda ayudar a atraer la belleza interior a la superficie.

«Nuestros hallazgos sugieren que los productos y procedimientos de belleza pueden no ser la única forma de mejorar el atractivo de una persona. Quizás ser generoso podría ser la próxima tendencia de belleza», concluyó Konrath.

Fuente: Universidad de Indiana

Referencia:

Sara Konrath, Femida Handy. The Good-looking Giver Effect: The Relationship Between Doing Good and Looking Good. Nonprofit and Voluntary Sector Quarterly, 2020; 089976402095083 DOI: 10.1177/0899764020950835

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