Hay personas que son más hábiles para mentir que otras.
Un nuevo estudio ha encontrado que las personas son hábiles para identificar las señales que se muestran comúnmente, como vacilaciones y gestos con las manos, que les dicen que alguien está mintiendo.
Desafortunadamente, estos signos se producen con mayor frecuencia cuando alguien dice la verdad, dicen investigadores de la Universidad de Edimburgo.
El estudio también encontró que los mentirosos son expertos en suprimir estas señales para evitar la detección.
Para el estudio, el investigador el Dr. Jia Loy creó un juego computarizado para dos jugadores en el que 24 parejas de jugadores buscaban tesoros. Los jugadores eran libres de mentir a voluntad.
El juego ayudó a los psicólogos a evaluar los tipos de habla y gestos que producen los hablantes cuando mienten, y qué pistas interpretan los oyentes como evidencia de que una afirmación es falsa.
Los investigadores codificaron más de 1,100 tipos de habla producidas por los oradores contra 19 indicios potenciales de mentir, como pausas en el habla, cambios en la velocidad del habla, cambios en la mirada y movimientos de cejas.
Las señales se analizaron para ver cuáles escucharon los oyentes, y qué pistas tenían más probabilidades de producirse al decir una mentira.
Los investigadores encontraron que los oyentes fueron eficientes en la identificación de estos signos comunes. De hecho, los oyentes hicieron juicios sobre si algo es cierto en cuestión de milisegundos para encontrar una pista.
Sin embargo, los investigadores también encontraron que las señales comunes asociadas con la mentira tenían más probabilidades de ser utilizadas si el hablante en general decía la verdad.
Los investigadores dicen que el estudio ayuda a comprender las dinámicas psicológicas que dan forma al engaño.
«Los hallazgos sugieren que tenemos fuertes ideas preconcebidas sobre el comportamiento asociado con la mentira, sobre la que actuamos casi instintivamente cuando escuchamos a los demás», dijo el investigador principal, el Dr. Martin Corley, de la Facultad de Filosofía, Psicología y Ciencias del Lenguaje de la Universidad de Edimburgo.
«Sin embargo, no necesariamente producimos estas señales cuando estamos mintiendo, tal vez porque intentamos suprimirlas».
El estudio fue publicado en la revista Journal of Cognition.
Fuente: Universidad de Edimburgo.