La creencia en el libre albedrío puede estar vinculada a un aumento de los sentimientos de felicidad tanto de manera individual como en grupo, según un estudio recientemente publicado. El libre albedrío se describe como la capacidad de tomar decisiones independientes, donde el resultado de la elección no está influenciado por eventos pasados.
Investigaciones anteriores en psicología han demostrado que las culturas occidentales y asiáticas tienden a tener diferentes creencias básicas alrededor del libre albedrío.
La cultura occidental se describe como individualista, donde las personas se centran en gran medida en logros personales en lugar de objetivos de grupo. En las culturas colectivistas, sin embargo, como las de China y Japón, la gente tiende a centrarse más en los objetivos del grupo -como un grupo de trabajo o en la familia- y se concentra menos en la libertad personal.
La existencia del libre albedrío es objeto de debate entre psicólogos, neurocientíficos y filósofos. El argumento contra el libre albedrío es que cada decisión que tomamos es completamente influenciada por nuestras experiencias de vida anteriores. En otras palabras, esta teoría afirma que cuando se nos da una cierta elección, nuestras experiencias nos llevarán a responder de cierta manera – que en realidad no es una libre elección.
Entonces, ¿por qué el creer en el libre albedrío puede hacer que alguien se sienta más feliz? Tal vez esa creencia aumenta los niveles de autonomía percibida y ayuda a facilitar el autocontrol y el esfuerzo deliberado para alcanzar los objetivos, lo que conduce a resultados exitosos.
De hecho, estudios previos con participantes occidentales han encontrado que la creencia en el libre albedrío está vinculada a una mayor felicidad, mejor desempeño laboral y logros académicos, y menos comportamientos negativos como el engaño. Por el contrario, en los estudios donde los participantes occidentales recibieron información que desalentó la creencia en el libre albedrío, los investigadores vieron un aumento en el comportamiento de engaño, la agresión y la disminución del autocontrol.
Para el nuevo estudio, los investigadores querían determinar si una creencia en el libre albedrío puede afectar los niveles de felicidad en el pueblo chino. Le hicieron a los chinos una serie de preguntas sobre sus propias creencias en el libre albedrío, así como sus propios niveles de felicidad.
Encontraron que el 85 por ciento de los adolescentes chinos expresaron su creencia en el libre albedrío, y que esta creencia estaba positivamente correlacionada con la felicidad. Esto sugiere que creer en el libre albedrío puede tener un efecto beneficioso sobre la felicidad, independientemente de las influencias culturales individualistas o colectivistas.
Pero a pesar de que encontraron una correlación entre creer en el libre albedrío y mayor felicidad, el estudio no indica un efecto causal directo. Los investigadores del estudio al que hacemos referencia, planean investigar si la creencia en el libre albedrío causa directamente la felicidad en la población china. Estos estudios incluirán la evaluación del comportamiento en personas cuyas creencias han cambiado con respecto al libre albedrío.
«Actualmente estamos llevando a cabo investigaciones sobre el potencial de causalidad entre estas dos variables», dijo el Dr. Jingguang Li, profesor de la Universidad de Dali. «Planeamos cambiar la creencia de los participantes en el libre albedrío en el laboratorio exponiéndolos a materiales que apoyan o refutan la existencia del libre albedrío y luego observar si sus niveles de felicidad cambian».
Fuente: Journal Frontiers in Psychology