Según un nuevo estudio publicado en Biological Psychology, el atractivo facial y los rasgos de personalidad positivos reducen de forma independiente las respuestas negativas a ofertas injustas en la toma de decisiones económicas.
En las interacciones sociales, tanto el atractivo facial como los rasgos de personalidad percibidos pueden influir significativamente en la toma de decisiones. Investigaciones anteriores sugieren que las personas atractivas suelen ser juzgadas de forma más favorable y percibidas como más dignas de confianza y competentes. De manera similar, las personas con rasgos de personalidad positivos suelen ser percibidas de forma más favorable en contextos sociales y económicos. Sin embargo, los efectos combinados del atractivo facial y los rasgos de personalidad en la toma de decisiones, en particular en juegos económicos como el Juego del Ultimátum (UG), no se han examinado en profundidad.
El Juego del Ultimátum es un método estándar utilizado en psicología para estudiar la equidad y la toma de decisiones, en el que un jugador (el que propone) sugiere una división del dinero y el otro jugador (el que responde) elige aceptar o rechazar la oferta. Tongjie Li y sus colegas examinaron cómo el atractivo facial y los supuestos rasgos de personalidad de los proponentes afectan la aceptación de ofertas justas e injustas en el UG. Las ofertas justas implican divisiones iguales o casi iguales (por ejemplo, 5/5 o 4/6), mientras que las ofertas injustas están fuertemente sesgadas a favor del proponente (por ejemplo, 2/8 o 1/9).
En el estudio participaron 30 estudiantes de la Universidad Normal de Liaoning, en China. Se informó a las participantes de que recibirían una compensación en función de sus decisiones y que los pagos reales se estandarizarían entre las participantes para garantizar una motivación constante. El experimento presentó a las participantes 80 imágenes de rostros masculinos (clasificados previamente por su atractivo) y 80 palabras sobre rasgos de personalidad (clasificadas previamente por su valencia).
Cada prueba comenzaba con una cruz de fijación, seguida de una imagen compuesta de un rostro emparejado con una palabra que representaba un rasgo de personalidad y, a continuación, una propuesta de asignación de dinero. Los participantes decidían si aceptaban o rechazaban la oferta, con combinaciones de atractivo facial alto o bajo, rasgos de personalidad positivos o negativos y repartos monetarios justos o injustos.
Se utilizó la electroencefalografía (EEG), que mide la actividad eléctrica del cerebro, para captar potenciales relacionados con eventos (PRE), que son respuestas cerebrales específicas vinculadas al procesamiento cognitivo y emocional durante la toma de decisiones. Los investigadores se centraron en los PRE clave, como el P2, la negatividad relacionada con la retroalimentación (FRN) y los componentes P300.
En consonancia con las normas establecidas de equidad en la toma de decisiones, los resultados mostraron que los participantes tenían más probabilidades de aceptar ofertas justas que injustas. Sin embargo, las tasas de aceptación también fueron significativamente más altas para las ofertas de proponentes con un gran atractivo facial o rasgos de personalidad positivos, lo que sugiere que estos factores sesgaron la toma de decisiones a favor de resultados más favorables, incluso cuando las ofertas eran objetivamente injustas.
Los datos del EEG revelaron que los rasgos de personalidad negativos desencadenaban componentes P2 más grandes, lo que indicaba un mayor procesamiento atencional de la información negativa. Los rostros muy atractivos desencadenaban componentes positivos tardíos (LPC) más grandes, lo que reflejaba un mayor procesamiento cognitivo asociado con el valor de recompensa percibido de los rostros atractivos.
Además, las ofertas injustas generalmente produjeron amplitudes mayores de FRN, un marcador neuronal de respuesta emocional negativa a la injusticia percibida. Sin embargo, esta respuesta de FRN se atenuó cuando el proponente era muy atractivo o estaba asociado con rasgos de personalidad positivos, lo que sugiere que estos atributos pueden mitigar las reacciones negativas a las ofertas injustas. El componente P300, asociado con la importancia atencional y motivacional, fue mayor para las ofertas justas y para los proponentes con rasgos de personalidad positivos.
En general, este estudio demuestra que el atractivo facial y los rasgos de personalidad influyen independientemente en las respuestas conductuales y neuronales a la equidad en la toma de decisiones económicas.
Una limitación señalada por los autores es el uso exclusivo de participantes femeninas y estímulos faciales masculinos, lo que puede limitar la generalización de los hallazgos entre géneros y orientaciones sexuales.
Fuente: Biological Psychology
Articulo original:
Título: “The impact of facial attractiveness and alleged personality traits on fairness decisions in the ultimatum game: Evidence from ERPs”.
Autores: Tongjie Li, Zhiyong Liang, Yan Yuan, Werner Sommer y Weijun Li.