¿Por qué a la gente le gustan las películas de terror?

¿Por qué a la gente le gustan las películas de terror?

Para muchos, las películas de terror son más que simplemente una fuente de miedo: son una vía de escape emocionante que combina miedo y emoción. Pero, ¿qué lleva a la gente a ver películas llenas de miedo? Un estudio reciente descubrió que el disfrute de una persona por el terror está vinculado a su curiosidad por los temas oscuros, el realismo de las escenas y la intensidad del miedo que siente. Los hallazgos fueron publicados en la revista Scientific Reports.

Las películas de terror, junto con otras actividades relacionadas con el miedo, como las casas embrujadas y las atracciones de terror, se han vuelto cada vez más populares. Aunque el miedo suele provocar reacciones desagradables, muchos fanáticos del terror describen una combinación de emoción y disfrute al ver estas películas. Investigaciones anteriores sugieren que la emoción puede provenir de la excitación que provoca el miedo y, si esta excitación se percibe como algo deseable, puede transformarse en disfrute. Sin embargo, los factores precisos que permiten que algunas personas vean el miedo y la emoción como experiencias placenteras siguen sin estar claros.

“Nuestro grupo de investigación se centra en cómo percibimos los contenidos amenazantes o repugnantes”, afirma el autor del estudio Botond Kiss, estudiante de doctorado e investigador adjunto en el Instituto de Psicología de la Universidad de Pécs y miembro del Laboratorio de Cognición Visual y Emoción. “Nos centramos en las fobias específicas, en las que los contenidos amenazantes o repugnantes provocan ansiedad y evitación. En el caso de las películas de terror, también se ven esos contenidos y algunas personas los buscan precisamente por ese motivo. Esto nos da una perspectiva ligeramente diferente sobre la evaluación de esos contenidos”.

Para llevar a cabo el estudio, los investigadores reclutaron a 558 participantes a quienes se les pidió que completaran cuestionarios en línea. Estas encuestas recogían información sobre los hábitos de los participantes en relación con la visualización de películas, la regulación emocional general, la curiosidad por temas morbosos, la creencia en lo sobrenatural, la sensibilidad al asco y los rasgos de personalidad relacionados con la búsqueda de sensaciones.

Después de completar las encuestas, los participantes vieron diez escenas cortas de diferentes subgéneros de películas de terror, como películas sobrenaturales, psicológicas y de monstruos. Después de cada escena, calificaron sus experiencias en cuanto a lo emocionante, agradable, aterradora, repugnante y realista que les pareció.

Los investigadores descubrieron que los sentimientos de miedo, la sensación de realidad en las escenas y la curiosidad por temas morbosos eran fuertes predictores tanto de la emoción como del disfrute. Esto sugiere que las personas que sienten una gran curiosidad por los temas perturbadores o que pueden ver fácilmente las escenas de terror como reales pueden encontrar las películas de terror más emocionantes y entretenidas. El miedo se asoció particularmente con la emoción y el disfrute, lo que sugiere que la emoción del miedo en sí es un factor poderoso en el atractivo del terror.

Por otra parte, las escenas que provocaban altos niveles de repugnancia tendían a reducir el disfrute, aunque no disminuyeran el nivel de excitación. Parece que la repugnancia, en lugar de aumentar la excitación, introduce un elemento aversivo que reduce el disfrute para algunos espectadores.

“Los enfoques anteriores no distinguían entre el disfrute y la excitación”, dijo Kiss. “En cambio, nuestra investigación actual sugiere que, aunque son conceptos bastante similares, están influenciados por diferentes factores. El primero está más influenciado por el asco percibido, mientras que el segundo está más influenciado por el miedo percibido”.

Varios rasgos que los investigadores inicialmente pensaron que podrían afectar el disfrute y la emoción resultaron tener poco o ningún efecto. Por ejemplo, la tendencia de una persona a buscar sensaciones (un rasgo vinculado con la búsqueda de experiencias nuevas e intensas) no se asoció directamente con el disfrute ni con la emoción en este estudio.

De manera similar, las creencias personales en lo sobrenatural, la sensibilidad general al asco y las formas específicas en que las personas regulan sus emociones no parecieron influir en sus reacciones ante las escenas de terror. Esto fue inesperado porque se cree que estos factores suelen determinar cómo responden las personas a los estímulos relacionados con el miedo.

Kiss se sorprendió por “el hecho de que la búsqueda de experiencias sensoriales no tuviera un impacto directo ni en el disfrute ni en la emoción. Como algunos consumidores de películas de terror pueden describirse como buscadores de emociones, experimentan la adrenalina inducida por el miedo como una recompensa. Esto parece tener un efecto indirecto a través de otros factores”.

El estudio tuvo algunas limitaciones que vale la pena mencionar. En primer lugar, la mayoría de los participantes eran fanáticos de las películas de terror, por lo que la muestra puede no representar completamente cómo una población más amplia podría responder a los contenidos de terror. Otra limitación fue la falta de análisis de mediación, que podría haber brindado una visión más profunda de cómo ciertos rasgos afectan indirectamente el disfrute y la emoción.

“En esta investigación, analizamos los efectos directos. Por lo tanto, si un factor tuviera un efecto a través de otro factor, no podríamos detectarlo. Esto requeriría análisis más complejos”, explicó Kiss. ​​“Además, el contenido de los diferentes géneros de películas de terror es bastante diferente. Basta pensar en lo diferente que es el contenido de una película de terror psicológico y una película de terror de zombis. Así que, en el futuro, podría valer la pena tener esto en cuenta”.

Al examinar los roles del miedo, el realismo y la curiosidad morbosa, este estudio ofrece una comprensión más profunda de cómo las películas de terror combinan de manera única emociones negativas como el miedo y el asco con la emoción y el disfrute, proporcionando un entorno controlado para navegar por sentimientos intensos.

“Nuestro plan directo a largo plazo es identificar ciertas motivaciones por las que la gente consume ese tipo de contenido. ​​Indirectamente, tenemos la oportunidad de identificar los factores que influyen en la percepción del asco y el miedo. Esto podría ser importante para comprender fobias específicas en las que tanto el miedo como el asco son de particular importancia (por ejemplo, fobias a los animales o fobia a las inyecciones con sangre o heridas)” concluyo Kiss.

Fuente: Scientific Reports

Articulo original:

Título: “The role of excitement and enjoyment through subjective evaluation of horror film scenes,”

Autores: Botond László Kiss, Anita Deak, Martina Dominika Veszprémi, Albert Blénessy y Andras Norbert Zsido.

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