Sabemos que las personas son más propensas a experimentar trastornos de salud mental en las zonas con mayor densidad de población. El hacinamiento, la contaminación, la violencia urbana y menos apoyo social pueden ser factores contribuyentes, y esto se está convirtiendo en un desafío cada vez mayor a medida que más personas en todo el mundo se mudan a pueblos y ciudades.
Los entornos naturales se han considerado durante mucho tiempo como una posible solución, ya que muchos estudios han demostrado que cuando las personas están más cerca de la naturaleza están menos estresadas y su estado de ánimo y su salud mental en general mejoran. Se han realizado muchas investigaciones sobre el uso de paisajes terapéuticos en las ciudades para llevar los beneficios de estar en la naturaleza a más personas.
Pero si bien muchos estudios se han centrado en los espacios verdes, los investigadores también están comenzando a analizar los beneficios para la salud de vivir cerca del agua. Hasta ahora, los estudios muestran que las personas que viven cerca del agua tienen un menor riesgo de muerte prematura, un menor riesgo de obesidad y, en general, reportan una mejor salud mental y bienestar. Estos espacios azules también reducen la brecha entre las áreas menos y más prósperas en el riesgo de morir prematuramente.
Pero si bien estar cerca del agua mejora el bienestar de las personas, ninguna investigación ha demostrado aún que reduzca la incidencia de trastornos de salud mental. La mayoría de los estudios también se han centrado en pueblos costeros en lugar de ciudades.
Dado que incluso las ciudades sin litoral se construyen alrededor de elementos acuáticos como canales, ríos y lagos, una investigación reciente tuvo como objetivo descubrir sus beneficios para la salud y cómo podrían reutilizarse para mejorar la salud mental de las personas que viven en las ciudades.
Se hizo una revisión sistemática y un metanálisis de toda la evidencia sobre cómo el espacio azul impacta positivamente en la salud. Esto demostró que vivir más cerca y tener más espacio azul dentro de su vecindario podría aumentar significativamente sus niveles de actividad física. También se demostró que los espacios azules reducen el estrés y la ansiedad, al tiempo que mejoran el estado de ánimo y el bienestar psicológico de las personas. Los hallazgos de este estudio se alinean con lo que han encontrado otros estudios.
Los investigadores que estudian los efectos del espacio azul entregado a través de la realidad virtual también han descubierto que las personas lo ven como restaurador, fascinante y preferible a un entorno construido. Esto muestra cómo la tecnología podría usarse como una forma de estudiar cómo el estar cerca del agua afecta a las personas.
La próxima área de investigación será comprender cómo los espacios azules benefician a las personas de esta manera. También los investigadores piensan que tener más tramos de agua en las ciudades podría mejorar la salud de la población de otras formas, como reducir el calor y disminuir la contaminación del aire. Pero se necesitará más investigación para comprender efectivamente si esto es cierto.
Pero si la evidencia preliminar apunta a muchos beneficios para la salud de vivir cerca del agua, el problema que enfrentan muchas ciudades es encontrar formas de llevarlos a los residentes.
Si bien se necesita más investigación para comprender mejor los verdaderos beneficios que los espacios azules tienen para los residentes, está claro que encontrar formas de reutilizar los canales abandonados en las ciudades también podría tener otros beneficios para el medio ambiente y la economía.
Fuente: The Conversation