Una nueva investigación ha encontrado que las personas que asignan mayor importancia al olfato y las que están más involucradas en olfatear los olores corporales de sí mismos y de los demás tienden a mostrar un mayor deseo sexual. Los hallazgos se confirmaron en ambos sexos y en tres países. El estudio fue publicado en Archives of Sexual Behavior.
En los mamíferos, el sentido del olfato sirve para varios propósitos, como encontrar comida, identificar presas y comunicarse con otros a través del marcado de olores. Los humanos también usan el olfato para identificar parejas potenciales a través de sustancias llamadas feromonas. Los estudios demuestran que las personas con un mejor sentido del olfato tienen experiencias sexuales más satisfactorias y orgasmos más frecuentes. El olor ayuda en la selección de pareja al identificar individuos relacionados y prevenir la endogamia.
En los seres humanos, los estudios muestran que las personas con mejor sentido del olfato tienen experiencias sexuales más agradables y orgasmos más frecuentes. Los científicos creen que el olor ayuda a moderar la selección de pareja al identificar individuos relacionados, lo que ayuda a prevenir la endogamia. Los olores corporales también transmiten información sobre la atracción física. Sin embargo, el significado subjetivo del sentido del olfato en el funcionamiento sexual aún no ha sido suficientemente estudiado.
La autora del estudio, Zi-lin Li, y sus colegas querían examinar la relación entre el significado subjetivo de la función olfativa, es decir, el sentido del olfato, los hábitos de olfateo del olor corporal y el deseo sexual entre los jóvenes. Plantearon la hipótesis de que las personas que dan más importancia a los olores y que se dedican más a olfatear los olores corporales mostrarían mayores niveles de deseo sexual. Realizaron dos encuestas en línea. El primero se hizo para probar esta hipótesis y el segundo para ver si los hallazgos se mantienen en culturas fuera de China.
En el primer estudio, participaron 1.903 estudiantes de la Universidad Médica del Sur en Guangzhou, China. Los estudiantes completaron cuestionarios sobre la importancia del olfato, sus hábitos de olfateo y su nivel de deseo sexual. Los resultados mostraron que los estudiantes con experiencia sexual tenían puntuaciones de deseo sexual más fuertes que los que no la tenían, y los hombres generalmente tenían puntuaciones de deseo sexual más altas que las mujeres. Las mujeres, en promedio, le dieron mayor importancia al olfato y fueron más propensas a oler sus propios olores corporales y los de los demás.
El estudio también reveló que los estudiantes con mayor deseo sexual tendían a dar más importancia al olfato y eran más propensos a olfatearse a sí mismos y a los demás. Esta conexión fue más fuerte entre los estudiantes con experiencia sexual. En los estudiantes sin experiencia sexual, el deseo sexual más fuerte se asoció tanto con la importancia del olfato como con el comportamiento olfateador.
Para la segunda encuesta, 313 residentes indios (200 mujeres, edad promedio 32 años) y 249 residentes estadounidenses (139 mujeres, edad promedio 40 años) completaron los mismos cuestionarios. Los resultados mostraron que los participantes estadounidenses informaron tener más parejas sexuales pero relaciones sexuales menos frecuentes en comparación con los participantes indios. Los participantes indios tenían puntuaciones más altas de deseo sexual y le daban más importancia al olfato. La relación entre el deseo sexual y las medidas del olfato fue similar entre los residentes indios y estadounidenses, al igual que en el primer estudio con estudiantes universitarios chinos.
«Los principales hallazgos de nuestro estudio fueron los siguientes», concluyeron los investigadores. «Primero, las mujeres le dieron más importancia al olfato [sentido del olfato] y tuvieron una mayor prevalencia de olfateo de olor corporal, pero un menor deseo sexual que los hombres. En segundo lugar, encontramos diferencias interculturales significativas en el significado individual colocado en el olfato [sentido del olfato] y el deseo sexual. En tercer lugar, la importancia individual asignada al olfato y la frecuencia de olfateo del olor corporal se asociaron positivamente con el deseo sexual. Más importante aún, estas correlaciones fueron consistentes entre sexos y culturas».
El artículo hace una contribución importante a la comprensión científica de los vínculos entre el deseo sexual y el olfato. Sin embargo, cabe señalar que el estudio se basó únicamente en autoinformes e incluyó sólo tres países. Los resultados obtenidos utilizando medidas observacionales y en otras culturas podrían no ser los mismos. Además, en la muestra china, el 95% de los participantes informaron no tener experiencia sexual.
Fuente: Archives of Sexual Behavior
Articulo original: Titulo: “Sniffing of Body Odors and Individual Significance of Olfaction Are Associated with Sexual Desire: A Cross‑Cultural Study in China, India, and the USA”, autores: Zi‑lin Li, Thomas Hummel, and Lai‑quan Zou.