El contacto físico de los compañeros parece mejorar la precisión de los tiros libres en el baloncesto

El contacto físico de los compañeros parece mejorar la precisión de los tiros libres en el baloncesto

Una nueva investigación sugiere que un simple toque de los compañeros de equipo puede influir significativamente en el éxito de los jugadores de baloncesto durante los intentos de tiro libre, particularmente después de un primer tiro fallido. Los hallazgos fueron publicados en la revista Psychology of Sport & Exercise.

Investigaciones anteriores han documentado ampliamente los efectos calmantes del contacto físico, como abrazos o palmaditas en la espalda, que pueden calmar a las personas y reducir los niveles de estrés. Sin embargo, el impacto de tales interacciones físicas en el rendimiento durante tareas estresantes sigue sin haberse explorado lo suficiente. Los tiros libres representan una combinación única de habilidad, concentración y presión psicológica, ya que los jugadores enfrentan no sólo el desafío físico del tiro sino también el intenso escrutinio de los espectadores y el peso de las expectativas del equipo.

Para su estudio, los investigadores analizaron un total de 60 partidos de baloncesto en los que participaron equipos femeninos de la NCAA. Estos juegos fueron elegidos por su disponibilidad y la claridad con la que se podían observar las interacciones de los jugadores. La observación principal se centró en el período entre los dos tiros libres, durante el cual los compañeros de equipo podían interactuar con el tirador.

Los investigadores registraron cada caso de contacto físico, como apretones de manos, golpecitos en los hombros o cualquier otra forma de contacto suave realizado por hasta cuatro compañeros de equipo que estaban en la cancha con el tirador. Para cada uno de los 835 casos en los que un jugador lanzó dos tiros libres, el equipo de investigación anotó el número y el tipo de toques físicos recibidos por el tirador por parte de sus compañeros de equipo después del primer tiro y antes del segundo.

Los investigadores descubrieron que la probabilidad de anotar un segundo tiro libre aumentaba cuando el jugador recibía toques físicos de sus compañeros después de fallar el primer intento. Este efecto fue estadísticamente significativo, lo que indica una clara asociación entre los gestos de apoyo y un mejor rendimiento bajo estrés.

Según los investigadores, el estudio muestra que «el contacto físico por parte de los compañeros de equipo aumenta el rendimiento en una de las tareas atléticas más estresantes imaginables: acertar con un tiro libre en baloncesto después de haber fallado uno».

“Los efectos positivos del toque son evidentes incluso después de controlar varios factores del jugador y del juego que se sabe que afectan el rendimiento de los tiros libres. Por lo tanto, nuestros hallazgos hablan del poder del toque para manejar la presión en el baloncesto, un negocio multimillonario donde cada punto vale dinero.

“Además, nuestros hallazgos amplían las teorizaciones anteriores al mostrar que el contacto físico mejora el rendimiento bajo presión. Como implicación, el contacto físico puede ser un poderoso antídoto contra los efectos perjudiciales del estrés en el rendimiento en otros esfuerzos del equipo, por ejemplo, en los deportes, en las relaciones o en el trabajo”.

Si bien los hallazgos son prometedores, los investigadores reconocen varias limitaciones. El estudio fue observacional y se centró exclusivamente en el baloncesto femenino, lo que significa que los resultados podrían no trasladarse directamente a otros grupos, como los atletas masculinos o los jugadores profesionales, sin más estudios.

La investigación no establece una relación causal entre el tacto y el desempeño; simplemente identifica una asociación que podría verse influenciada por otros factores, como la dinámica del equipo o las diferencias individuales en cómo los jugadores perciben y se benefician del contacto físico.

De cara al futuro, el equipo sugiere ampliar esta investigación para explorar si los efectos observados se mantienen en diferentes entornos, como durante la práctica o en entornos menos competitivos. También recomiendan examinar el papel de la sinceridad y la intención detrás de los toques, que podrían influir en la eficacia del apoyo brindado.

Además, ampliar el alcance demográfico para incluir a atletas masculinos y jugadores profesionales podría proporcionar una comprensión más completa de cómo el contacto físico afecta el rendimiento en diferentes contextos.

Fuente: Psychology of Sport & Exercise

Articulo original: Titulo: “The power of human touch: Physical contact improves performance in basketball free throws”. Autores Christiane M. Büttner, Christoph Kenntemich y Kipling D. Williams.

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