“Cuando te abracé esta mañana sentí tu olor y me sentí en mi hogar.”
Eugenia Herrera.
Cuando terminábamos las clases de un gran maestro que tuve; Adolfo, nos decía que los abrazos tenían un gran poder; y cada final de las clases todos y todas en el grupo nos abrazábamos; de verdad, para mí al principio era algo que no tomaba muy en cuenta, cuando me fui haciendo más consciente de quien soy se convierte en algo que añoro diariamente.
Y es que cuando entiendes el poder sanador de estos simples gestos; comprendes que éste es más que un acto físico de afecto; pues, tienen una profunda influencia a nivel energético, mental y emocional.
A lo largo de la historia, los abrazos han sido considerados una expresión universal de amor y compasión, y la ciencia moderna ha comenzado a descubrir los numerosos beneficios que tienen en la salud integral.
Los abrazos, tienen la capacidad de conectar a las personas a un nivel más profundo y significativo, ya que permiten que dos almas se encuentren y se entrelacen, creando un sentido de unidad y pertenencia que va más allá de las palabras. Este gesto sincero y lleno de amor, puede elevar tu vibración energética, acercándote a un estado de paz y armonía interior.
También son una vía para la reconciliación y el perdón, ayudando a liberar resentimientos y sanar heridas emocionales. Son una manifestación física de la presencia divina, reforzando la fe y confianza en algo superior.
A nivel físico emocional pueden disminuir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y aumentar la producción de oxitocina, la llamada «hormona del amor», promoviendo una sensación de calma y bienestar; fortaleciendo el sistema inmunológico, lo cual te hace menos vulnerable a las enfermedades.
En momentos de tristeza o ansiedad, son grandes facilitadores de consuelo y apoyo; ayudando a equilibrar las emociones y mejorar el estado de ánimo.
Y por si todo lo nombrado anteriormente fuera poco; ayudan a armonizar y equilibrar los centros de energía del cuerpo, es decir los chakras; ya que promueven un flujo de energía saludable, actuando como un limpiador energético que ayuda a eliminar la negatividad y a revitalizar tu campo áurico; fortaleciendo el campo energético y protegiéndote de influencias poco positivas.
Los abrazos son una forma de transferencia de energía sanadora, beneficiando tanto a quien da el abrazo como a quien lo recibe.
Finalmente puedo decirte que este maravilloso gesto amoroso y lleno de energía positiva, es un acto poderoso y transformador que tiene un profundo impacto en la salud espiritual, emocional, mental y física. A través de la conexión, el consuelo y el intercambio de energía, los abrazos te permiten experimentar una sensación de bienestar integral; pues el sentirte amado (a) y aceptado (a) a través de un abrazo, puede mejorar tu autoestima y autoconfianza.
Sólo recuerda que requieres de cuatro abrazos al día para sobrevivir, ocho para mantenerte en pie y doce para crecer.
Namasté.
Fuente: www.kintsugi.com.mx
Autora: Eugenia Herrera. Terapeuta Holística. Sanadora. Canalizadora.