Amarte y aceptarte a ti mismo puede ser difícil. A la mayoría de nosotros no se nos animó a amarnos a nosotros mismos ni se nos enseñó que es importante. De hecho, a muchos de nosotros se nos advirtió sobre ser admirados o narcisistas. Pero el amor propio no conduce a sentimientos de superioridad. El amor propio es una sana apreciación y aceptación de ti mismo. A diferencia de las personas engreídas o narcisistas, las personas que se aman a sí mismas no encuentran su valor comparándose con los demás o menospreciando a los demás.
El amor propio significa que te aceptas a ti mismo, te tratas con amabilidad y respeto y fomentas tu crecimiento y bienestar. Significa valorar tus sentimientos. Cuidarte bien. Pidiendo lo que necesitas. Perdonarte a ti mismo cuando cometes un error. Considera lo que otros necesitan, pero no abandonando tus valores y necesidades para complacerlos. Debes saber que eres imperfecto y que aún tienes valor.
El amor propio no significa que te sientas positivo contigo mismo todo el tiempo. Por ejemplo, puedes enojarte temporalmente contigo mismo cuando tomas una mala decisión, pero tu autoestima no se evapora. Todavía te mantienes en una actitud positiva, te preocupas por ti mismo y sabes que importas.
Por qué es importante el amor propio
Todas las relaciones necesitan amor, respeto, confianza y perdón, y eso incluye tu relación contigo mismo. Si no te amas y te preocupas por ti mismo, tu salud física y emocional sufrirá. Puede descuidar sus propias necesidades y sentimientos porque no se valora a sí mismo. Puedes mantener estándares imposiblemente altos y reprenderte incluso por la más pequeña deficiencia.
Sin amor propio, eres más susceptible a los patrones de relación codependientes, enfocándote en las necesidades y problemas de otras personas, incluso tolerando el abuso o el maltrato. Te costará establecer límites, hacer valer tus necesidades y deseos y perseguir tus objetivos. En otras palabras, es difícil crear relaciones saludables con los demás cuando no nos preocupamos por nosotros mismos.
Amarte a ti mismo puede parecer una tarea monumental, especialmente si eres muy autocrítico. Pero si comienza con un pequeño cambio, es un objetivo más manejable.
Incluso si es difícil amarte a ti mismo en este momento, no te rindas. Piense en ello como un músculo que se fortalecerá cuanto más lo ejercites. Todos los días, trata de decir o hacer algo más por ti mismo. Todo se suma y, eventualmente, te tratarás mejor sin siquiera pensarlo.
Fuente: Psych Central