Un estudio reciente publicado en la revista Motivation and Emotion arroja luz sobre un aspecto clave de la felicidad: el papel de la pasión y la autorregulación en el bienestar psicológico. Los hallazgos sugieren que las personas más felices son aquellas que no solo se sumergen apasionadamente en actividades placenteras, sino que también abordan tareas menos placenteras, como las tareas domésticas, con un sentido de autonomía y automotivación.
Los investigadores se propusieron explorar una cuestión fundamental: ¿por qué algunas personas son más felices que otras? Si bien la felicidad puede verse influida por diversos factores, que van desde la biología hasta las condiciones sociales, los investigadores se centraron en la forma en que las personas participan en las actividades diarias. Plantearon la hipótesis de que la felicidad podría estar vinculada a la forma en que las personas interactúan con los aspectos agradables y menos agradables de sus vidas.
La investigación giró en torno a varios conceptos clave. La pasión armoniosa se refiere a una participación equilibrada y flexible en actividades que una persona ama y valora, donde la actividad encaja armoniosamente con otros aspectos de su vida. La pasión obsesiva, por otro lado, es un impulso más rígido e incontrolable para participar en una actividad, a menudo vinculado a presiones externas o a la autoestima.
La autorregulación describe cómo los individuos se motivan a sí mismos para realizar tareas, especialmente las menos agradables; puede ser autónoma, donde las acciones son impulsadas por elección personal y valores internos, o controlada, donde las acciones son impulsadas por presiones u obligaciones externas.
“Sabemos desde hace mucho tiempo que la pasión, y especialmente la pasión armoniosa (no la pasión obsesiva), proporciona cierto nivel de bienestar psicológico. Sin embargo, lo que no sabíamos es si las personas más felices en la vida son aquellas que están rodeadas de actividades que realizan por pasión armoniosa”, dijo el autor del estudio Robert J. Vallerand, titular de la Cátedra de Investigación de Canadá en Procesos Motivacionales y Funcionamiento Óptimo, profesor de la Universidad de Quebec en Montreal y coeditor de Passion for Work: Theory, Research, and Applications.
“Queríamos comprobar si, al igual que en investigaciones anteriores, la razón es que participar en actividades que nos apasionan hace que las personas apasionadas experimenten emociones positivas en casi todo lo que hacen. La respuesta es sí. Sin embargo, estas personas no están “locas”, ya que no sienten pasión por actividades que claramente son difíciles de realizar (tareas y deberes como limpiar la habitación o lavar los platos)”.
Los investigadores realizaron cinco estudios a lo largo de varios años, en los que participaron adultos jóvenes, principalmente de Estados Unidos y Canadá. En estos estudios se empleó una combinación de encuestas, diarios y métodos longitudinales para evaluar los niveles de pasión, autorregulación, emociones y bienestar general de los participantes.
Los resultados revelaron que las experiencias diarias de pasión armoniosa y regulación autónoma se asociaban con emociones más positivas y un mayor bienestar diario. Además, estas experiencias diarias predijeron cambios en el bienestar general durante el período de seis meses, lo que respalda la idea de que las emociones positivas diarias pueden crear un efecto espiral que mejora el bienestar psicológico a largo plazo. Por el contrario, la pasión obsesiva y la regulación controlada se vincularon con emociones más negativas, que socavaron el bienestar.
Vallerand se sorprendió por la coherencia y claridad de los resultados: “Los estudios 1 y 2 fueron muy claros en cuanto a cómo las personas más felices eran mucho más apasionadas y armoniosas que el resto de los participantes. Además, el papel del afecto positivo como mediador entre la pasión armoniosa y el bienestar se encontró en tres estudios que utilizaron diferentes tipos de diseños (estudios controlados, longitudinales y de diario). En general, estos hallazgos son muy claros”.
Los resultados destacan que “es importante intentar sentir pasión por al menos una cosa (y, si es posible, más de una) en la vida, especialmente si la pasión es de naturaleza armoniosa”, explicó. “Esto se puede lograr seleccionando actividades que les apasionen y añadiendo algunos elementos a las actividades que aumenten la pasión por ellas”.
“Tener más de una actividad que nos apasione tiene algunos beneficios adicionales, ya que evita que las personas se obsesionen con una sola cosa. Dedicarse a varias cosas nos protege de la pasión obsesiva y sus posibles efectos negativos”.
Pero el estudio, como toda investigación, tiene algunas salvedades. Por ejemplo, se basó en gran parte en medidas de autoinforme, que pueden estar sujetas a sesgos. Los estudios futuros podrían beneficiarse de la incorporación de otras formas de recopilación de datos, como métodos de observación o informes de amigos cercanos y familiares. Otra limitación es el contexto cultural del estudio, ya que involucró principalmente a participantes de América del Norte.
“Necesitamos replicar los hallazgos actuales con distintas culturas”, dijo Vallerand. “Sin embargo, dado que cientos de estudios en distintas culturas (Rusia, China, Japón, Australia, Brasil, países árabes, etc.) han arrojado resultados similares a los realizados en América del Norte, estamos muy seguros de que se podrán replicar”.
Fuente: Motivation and Emotion
Articulo original:
Título: “Who’s the Happiest and Why? The role of passion and self-regulation in psychological well-being”.
Autores: Robert J. Vallerand, Jean-Michel Robichaud, Sonia Rahimi y Jocelyn J. Bélanger.