Una nueva investigación sugiere que los adultos mayores que no están interesados o no están entusiasmados con sus actividades habituales pueden tener un mayor riesgo de desarrollar demencia.
El estudio que duro nueve años con más de 2,000 adultos mayores (con edad promedio de 74 años) encontró que las personas con apatía severa (falta de interés o preocupación) tenían un 80% más de probabilidades de desarrollar demencia durante el período de estudio que aquellas con poca apatía.
«La apatía no es sutil. Es algo que las familias pueden captar. Se necesita más investigación, pero este es otro síntoma de alerta potencial de la fase prodrómica (temprana) de la demencia», dijo la autora principal del estudio, la Dra. Meredith Bock. Quien es becaria clínica en neurología en el Instituto de Neurociencias de San Francisco de la Universidad de California.
La prevalencia de la demencia (incluida la enfermedad de Alzheimer) va en aumento y los investigadores están tratando de encontrar nuevas formas de identificar quién está en riesgo de contraer la enfermedad. Los síntomas del estado de ánimo y la conducta, como la depresión o la irritabilidad, son ejemplos de cambios que pueden ser indicios de un diagnóstico de demencia inminente.
Estudios anteriores también han relacionado el deterioro cognitivo leve (un precursor potencial de la demencia) y la apatía, pero los investigadores querían observar a un grupo de personas que aún no tenían problemas conocidos de memoria o pensamiento.
El estudio actual incluyó a personas de 70 a 79 años. Ninguno tenía demencia al principio. Los investigadores también tenían registros médicos, incluido el uso de medicamentos, hospitalizaciones y pruebas cognitivas.
Para evaluar los niveles de apatía, los participantes del estudio respondieron preguntas como:
- En las últimas cuatro semanas, ¿con qué frecuencia ha estado interesado en salir de casa?
- En las últimas cuatro semanas, ¿con qué frecuencia ha estado interesado en realizar sus actividades habituales?
Después de nueve años, los investigadores encontraron que 381 personas habían desarrollado demencia. En el grupo de baja apatía, el 14% desarrolló demencia. Para aquellos con niveles moderados de apatía, ese número fue del 19%. Pero uno de cada cuatro (25%) en el grupo de apatía severa tenía demencia al final del estudio.
Cuando los investigadores controlaron los datos por edad, educación, enfermedad cardíaca y vascular, depresión y riesgo genético de enfermedad de Alzheimer, informaron que las personas con apatía severa al comienzo del estudio tenían un 80% más de probabilidades de tener demencia más adelante en la vida.
Bock dijo que, al preguntar sobre la apatía, los médicos podrían saber qué pacientes tienen un mayor riesgo de demencia. La información podría ser particularmente útil en ensayos de investigación, agregó la investigadora.
Rebecca Edelmayer, directora de participación científica de la Alzheimer’s Association, dijo: «Este tipo de investigación es fundamental para ayudarnos a identificar quién está en riesgo. Estamos avanzando para poder identificar a las personas con un mayor riesgo lo antes posible a medida que nos esforzamos para tratamientos que serán transformadores para los pacientes y sus familias. Pero es demasiado pronto para decir si solo al observar la apatía se puede identificar quién está en riesgo de demencia».
Edelmayer explicó que puede ser difícil distinguir la apatía de otros cambios que puedan estar ocurriendo, como la depresión o el aislamiento.
Concluyo diciendo que, si tiene inquietudes sobre su propia memoria o la de un ser querido o su comportamiento, debe hablar con su médico.
Los hallazgos del estudio aparecen en la edición en línea del 14 de octubre de la revista Neurology.
Fuente: HealthDay News