Una nueva investigación sobre los sueños sugiere que los malos sueños repetitivos pueden reflejar frustraciones psicológicas asociadas con la incapacidad de adaptarse a situaciones desafiantes.
Netta Weinstein, de la Universidad de Cardiff, es la autora principal de un artículo titulado «Vinculación de las experiencias de necesidad psicológica con los sueños diarios y recurrentes», publicado en la revista Motivation and Emotion.
Ella cree que las necesidades psicológicas diarias no satisfechas de autonomía, relación y sentirse competente pueden conducir a malos sueños. Además, las frustraciones pueden hacer que el sueño sea recurrente y que la gente analice sus sueños negativamente.
Los sueños y su interpretación han sido investigados desde los días de Jung y Freud. Sin embargo, la investigación realizada por el equipo de Weinstein es la primera en explorar si la frustración diaria de las personas o el cumplimiento de las necesidades psicológicas se manifiestan en sus sueños.
Los investigadores realizaron dos estudios. En el primero, se pidió a 200 personas que reflexionaran sobre su sueño recurrente más común. El segundo estudio analizó los reportes que 110 personas dieron durante un período de tres días de su «diarios de sueños» que llevaron en esta investigación.
Esto se hizo para explorar si las experiencias relacionadas con las necesidades psicológicas en la vida diaria están relacionadas con el nivel más profundo de procesamiento que proporcionan los sueños, y que los sueños llamados «malos» podrían ser «sobrantes» de experiencias diarias pobremente o incluso sin procesar.
«Las experiencias de necesidad psicológica de la vigilia se reflejan en nuestros sueños», dijo Weinstein.
Los resultados de ambos estudios muestran que las frustraciones y las emociones asociadas con las necesidades psicológicas específicas influyen en los temas que ocurrirán en los sueños de las personas.
Los participantes cuyas llamadas necesidades psicológicas no se cumplieron, ya sea de forma más duradera o cotidiana, se sintieron más frustrados. Informaron que tenían temas de sueño más negativos, como sueños aterradores, o en los que aparecían emociones de tristeza o enojo.
Cuando se les pidió interpretar sus propios sueños, tendieron a hacerlo utilizando más palabras negativas. Los participantes cuyas necesidades psicológicas se cumplieron tenían más probabilidades de describir sus sueños positivamente.
«Las emociones negativas del sueño pueden ser el resultado directo de los acontecimientos angustiosos del sueño, y pueden representar el intento de la psique de procesar y dar sentido a las experiencias de vigilia particularmente desafiantes psicológicamente», explicó Weinstein.
Las personas que se sentían frustradas con su situación diaria solían tener sueños recurrentes en los que caían, fracasaban o eran atacados. Según Weinstein, los sueños recurrentes pueden ser más sensibles a las experiencias psicológicas angustiosas que una persona todavía necesita procesar.
«Los investigadores y teóricos han argumentado que los sueños recurrentes desafían a las personas a procesar los problemas más apremiantes en sus vidas, y se puede pensar que son el resultado de su incapacidad para adaptarse a experiencias desafiantes.
«Como tal, el contenido de los sueños puede verse más afectado por experiencias perdurables basadas en las necesidades», concluyo diciendo Weinstein.
Fuente: Springer