Un estudio de personas que experimentaron la muerte de un ser querido debido a la COVID-19 concluyó que el duelo complicado que sigue a una pérdida de ese tipo puede provocar consecuencias adversas para la salud mental, como depresión y ansiedad. Sin embargo, se descubrió que los sentimientos de conexión con la naturaleza mitigan este vínculo, lo que podría actuar como un factor protector. Los hallazgos se publicaron en la revista International Journal of Environmental Research and Public Health.
El duelo complicado es una forma intensa y prolongada de duelo que persiste durante un período prolongado e interfiere en la capacidad de la persona para funcionar en la vida diaria. Va más allá del duelo típico, ya que implica un anhelo o añoranza persistente por la persona fallecida, dificultad para aceptar la pérdida y sentimientos de incredulidad o entumecimiento emocional. Las personas que experimentan un duelo complicado pueden sentirse atrapadas en su duelo, preocupadas por los recuerdos de su ser querido o incapaces de participar en actividades que antes disfrutaban. Esta afección también puede provocar síntomas físicos, aislamiento social y un mayor riesgo de depresión y ansiedad.
La pandemia de COVID-19 de 2021-2022 se cobró 2,6 millones de vidas en todo el mundo y dejó un profundo impacto en sus seres queridos. En Estados Unidos, se estima que cada muerte por COVID-19 dejó, en promedio, nueve personas en duelo. Si bien la mayoría de estas personas experimentaron un duelo general (una respuesta normal y no patológica al duelo), algunas desarrollaron un duelo complicado, que afectó negativamente su salud mental con el tiempo.
Los autores del estudio, Madison Schony y Dominik Mischkowski, intentaron comprender mejor la relación entre el duelo (en particular, el duelo complicado) y la salud mental. También investigaron si la relación de una persona con la naturaleza (por ejemplo, el tiempo que pasa en la naturaleza, los sentimientos de conexión o la vegetación residencial) podría influir en el vínculo entre el duelo y la salud mental.
El estudio incluyó a 153 participantes que habían perdido a un ser querido a causa de la COVID-19 durante la pandemia de 2021-2022. Los participantes fueron reclutados a través de mTurk, Research Match y páginas de grupos de duelo en Facebook y Reddit. De los participantes, 109 eran mujeres y la edad promedio era de 42 años.
Los participantes completaron una encuesta en línea para evaluar el duelo complicado (utilizando el Cuestionario breve de duelo), el duelo general (utilizando el Cuestionario de experiencia de duelo), la ansiedad (utilizando el Cuestionario de detección del trastorno de ansiedad generalizada), la depresión (utilizando el cuestionario PROMIS Short Form v1.0 Depression 8a) y la conexión con la naturaleza (utilizando la Escala de conexión con la naturaleza). También calcularon la cantidad de tiempo que pasaban en la naturaleza. Los investigadores evaluaron la vegetación residencial utilizando los códigos postales de los participantes e imágenes satelitales de superficies terrestres.
Los resultados mostraron que las personas que experimentaron niveles más altos de duelo informaron síntomas más graves de ansiedad y depresión. Estas asociaciones fueron especialmente pronunciadas en el caso de quienes sufrieron un duelo complicado. Curiosamente, los participantes con niveles más altos de duelo también informaron que pasaban más tiempo en la naturaleza.
Análisis posteriores revelaron que los sentimientos de conexión con la naturaleza atenuaban el vínculo entre el duelo complicado y la depresión. En el caso de las personas con niveles bajos o moderados de conexión con la naturaleza, los síntomas más graves de duelo complicado se asociaban con síntomas más intensos de depresión. Sin embargo, en el caso de las personas con fuertes sentimientos de conexión con la naturaleza, la gravedad del duelo complicado no se correlacionaba con la gravedad de los síntomas de depresión. Se observó un patrón similar con la ansiedad, aunque la conexión entre la ansiedad y el duelo complicado era más débil, en lugar de estar totalmente ausente, en aquellos con fuertes sentimientos de conexión con la naturaleza.
“Por lo tanto, concluimos que la sensación de estar conectado con la naturaleza (no simplemente pasar más tiempo en la naturaleza o estar rodeado de ella) puede desempeñar un papel importante en el estado de salud mental de las personas que experimentan un duelo complicado, tal vez porque la CN (conexión con la naturaleza) repone la pertenencia general cuando alguien importante ha fallecido”, concluyeron los autores del estudio.
El estudio arroja luz sobre la relación entre las experiencias en la naturaleza y el duelo. Sin embargo, cabe señalar que el estudio se realizó en una pequeña muestra en línea durante un evento histórico poco común: una pandemia mundial y en el contexto de la forma en que las sociedades reaccionaron ante ella. Los resultados podrían no ser los mismos en otros períodos históricos o en muestras más representativas de la población general.
Fuente: International Journal of Environmental Research and Public Health
Articulo original:
Título: “Feeling Connected to Nature Attenuates the Association between Complicated Grief and Mental Health”.
Autores: Madison Schony y Dominik Mischkowski.