La expresión facial emocional de otros influye en lo positivo o negativo que percibimos un olor. La base de este efecto parece ser la actividad de un área cerebral que es relevante para el olfato y se activa incluso antes de percibir un olor. Esto es lo que descubrieron los neuropsicólogos de la Ruhr-Universität Bochum. Ellos publicaron sus hallazgos en el Journal Scientific Reports.
El equipo de investigación estuvo conformado por el Dr. Patrick Schulze, el Dr. Anne-Kathrin Bestgen y el Prof. Dr. Boris Suchan quienes utilizaron para su investigación la resonancia magnética funcional (fMRI) para evaluar cómo el cerebro procesa la combinación de información emocional y olores. Hicieron que sus participantes miraran la foto de una persona con una expresión facial feliz, neutral o disgustada. Después les dieron uno de doce aromas.
«Cuando vemos a alguien que hace una cara, porque un olor malo le picotea la nariz, el mismo olor parece ser desagradable para nosotros también», dijo el Dr. Patrick Schulze.
La expresión facial afectó la forma en que se percibían los olores. Los participantes calificaron la valencia de un olor más alto, cuando vieron primero una cara feliz y calificaron a la valencia como más pobre cuando vieron una cara disgustada antes. Eso se aplica a aromas como la del caramelo y el limón, así como al olor a sudor o ajo respectivamente.
La corteza piriforme es una parte particular del cerebro olfativo que es responsable de la percepción diferente. Esta área del cerebro se activa antes de que alguien perciba un olor. La corteza piriforme procesa lo que vemos y crea una expectativa acerca de cómo algo va a oler. Esta expectativa influye en cómo realmente experimentamos el olor. Los datos de fMRI mostraron que las células de la corteza piriforme se activaban, antes de que hubiera un olor en el aire.
En estudios anteriores, los investigadores siempre habían presentado las imágenes y los olores al mismo tiempo. «Sólo ahora que analizamos la interacción de la información olfativa y visual de manera oportuna y separada, pudimos ver que la corteza piriforme se activa antes de oler algo», explicó Suchan sobre su estudio.
Los neuropsicólogos planean un estudio futuro sobre el papel de la corteza piriforme en la percepción corporal. «Asumimos que pueda existir un componente social», concluyó diciendo Suchan.
Fuente: www.sciencedaily.com