Se estima que los trastornos alimentarios, como la anorexia y la bulimia, afectan a más de 16 millones de personas en todo el mundo. Consideradas como afecciones graves de salud mental, en muchos casos, la ingesta de alimentos es desenfrenada, excesiva, hasta el punto de atracones, o se reduce progresivamente a cantidades cada vez más pequeñas para permitir que una persona pierda peso.
Muchas personas con un trastorno alimentario experimentan lo que se conoce como distorsiones corporales. Esto significa que lo que ven en el espejo es diferente a lo que ven otras personas cuando las miran. Muy a menudo, una persona con un trastorno alimentario percibirá su cuerpo como demasiado gordo o imperfecto, a pesar de que los demás les parezcan demacrados.
La investigación también ha encontrado que las personas afectadas por trastornos alimentarios luchan por percibir con precisión sus señales corporales internas. Esto significa que la información corporal, como sentirse hambriento o lleno, o si su corazón está latiendo rápidamente, que la gente suele sentir y con la que se relacionan inconscientemente, se embota e ignora.
En cambio, hay una tendencia a centrarse más en la apariencia de sus cuerpos. Las personas con trastornos de la alimentación a menudo miran su cuerpo para detectar signos de aumento de peso.
Un enfoque de tratamiento popular para las personas con trastornos alimentarios intenta abordar directamente las alteraciones de la imagen corporal. La terapia de exposición al espejo involucra a los pacientes que usan ropa reveladora frente a un espejo. Luego se les pide que describan sus cuerpos de manera neutral y sin prejuicios, con el objetivo de que con el tiempo esto desensibilice la reacción.
Los estudios han demostrado que este tratamiento puede reducir la angustia, los pensamientos negativos y la insatisfacción corporal. Pero una última investigación sugiere que la forma en que se lleva a cabo la terapia es de vital importancia. Y que, en algunos casos, la terapia de exposición al espejo en mujeres con trastornos alimentarios en realidad podría exacerbar algunos síntomas.
En algunos estudios, se descubrió que la exposición al espejo empeora a las personas con síntomas de trastornos alimentarios en la detección de señales corporales internas. Esto sugiere que el tipo de señal corporal (externa o interna) en la que se les pide a los pacientes que se concentren durante la terapia del espejo puede marcar una gran diferencia al tratar las alteraciones de la imagen corporal.
Dado que las personas con trastornos alimentarios se centran más en su apariencia física, que está relacionada con sus preocupaciones sobre su cuerpo que, con otras sensaciones internas, como la respiración o los latidos del corazón, se deben considerar cuidadosamente cómo se realiza la terapia del espejo.
Esto es importante porque tales hallazgos tienen el potencial de abrir nuevas sugerencias para futuros tratamientos de los trastornos alimentarios y también pueden ser clave para evaluar los tratamientos actuales.
Fuente: The Conversation