¿Hay un límite para la resistencia humana?

Desde el triatlón, el Ironman hasta el Tour de Francia, competiciones como estas ponen a prueba los límites de los atletas más duros en su resistencia. Ahora, un nuevo estudio sobre el gasto de energía durante algunos de los eventos deportivos más prolongados y agotadores del mundo sugiere que no importa cuál sea la actividad, todos alcanzan el mismo límite metabólico: un nivel máximo posible de esfuerzo que los humanos pueden soportar a largo plazo.

Los investigadores encontraron que cuando se trata de actividades físicas que duran días, semanas y meses, los humanos solo pueden quemar calorías a 2,5 veces su tasa metabólica en reposo.

Los investigadores encontraron que ni siquiera los ultra maratonistas más rápidos del mundo lograron superar ese límite.

«Esto define el ámbito de lo que es posible para los humanos», dijo el coautor del estudio, Herman Pontzer, profesor asociado de antropología evolutiva en la Universidad de Duke en Carolina del Norte.

Más allá del umbral de 2.5 veces la tasa metabólica en reposo de una persona, los investigadores encontraron que el cuerpo comienza a descomponer sus propios tejidos para compensar el déficit calórico.

Una explicación para este límite puede ser la capacidad del tracto digestivo para descomponer los alimentos, dijeron los líderes del equipo de investigación tanto Pontzer como John Speakman de la Universidad de Aberdeen de Escocia y la Academia China de Ciencias.

En otras palabras, comer más no necesariamente ayudará a alguien a hacer historia. «Hay solo un límite a la cantidad de calorías que nuestras entrañas pueden absorber efectivamente por día», dijo Pontzer.

Los resultados aparecieron en línea el 5 de junio del 2019 en la revista Science Advances.

Para el estudio, el equipo midió las calorías diarias quemadas por un grupo de atletas que corrieron muchos kilometros a la semana durante cinco meses como parte de la Race Across the USA (Carrera por los EE. UU.) en el 2015, una carrera de 3,000 millas desde California hasta Washington, DC. El equipo también consideró otras hazañas de resistencia humana, que incluyen las carreras de senderos de 100 millas y el embarazo.

Cuando trazaron los datos a lo largo del tiempo, encontraron una curva en forma de L. El gasto de energía de los atletas comenzó relativamente alto, pero inevitablemente se hundió y se aplanó a 2,5 veces su tasa metabólica basal por el resto del evento.

La coautora Caitlin Thurber analizó muestras de orina recolectadas durante la primera y última etapa de Race Across the USA. Después de 20 semanas de correr maratones seguidos, los atletas quemaban 600 calorías menos por día de lo esperado según su kilometraje. Los hallazgos sugieren que el cuerpo puede «disminuir» su metabolismo para ayudar a mantenerse dentro de niveles sostenibles.

«Es un gran ejemplo de gasto energético restringido, donde el cuerpo tiene una capacidad limitada para mantener niveles extremadamente altos de gasto energético durante un período prolongado», dijo Thurber.

Todos los eventos de resistencia siguieron la misma curva en forma de L, ya sea que los atletas estuvieran arrastrando trineos de 500 libras a través de la Antártida durante días en temperaturas bajo cero, o pedaleando el Tour de Francia en verano. Ese hallazgo cuestiona la idea, propuesta por investigadores anteriores, de que la resistencia humana está vinculada a la capacidad de regular la temperatura corporal.

Los investigadores encontraron que un factor limitante para los eventos de resistencia radica en el proceso digestivo: la capacidad del cuerpo para procesar los alimentos y absorber calorías y nutrientes para alimentar los procesos corporales.

Curiosamente, el gasto energético máximo sostenible encontrado entre los atletas de resistencia fue solo un poco más alto que las tasas metabólicas que las mujeres mantienen durante el embarazo. Esto sugiere que los mismos límites fisiológicos evitan, por ejemplo, que los triatletas de Ironman que rompan los récords de velocidad y también pueden restringir otros aspectos de la vida, como la forma en que los bebés pueden crecer en el útero.

Por lo que los investigadores saben, nadie ha sostenido niveles más allá de este límite. «Así que supongo que es un desafío para los atletas de resistencia de élite», dijo Pontzer. «La ciencia funciona cuando se demuestra que estás equivocado. Tal vez alguien rompa ese techo algún día y nos muestre lo que nos estamos perdiendo».

Fuente: Universidad de Duke

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