Participar en clases de ejercicio en grupo es bueno para las personas mayores y no solo de la forma que uno podría esperar.
Las clases reducen la soledad y el aislamiento social, según un nuevo estudio. Y los primeros resultados sugieren que eso es cierto incluso después de que la pandemia de coronavirus obligó a esas clases a reunirse virtualmente.
«A medida que cambia la demografía de nuestro país, más que nunca hay personas que viven solas», dijo la coautora del estudio, la Dra. Allison Moser Mays, geriatra del Centro Médico Cedars-Sinai en Los Ángeles.
«Se espera que la cantidad de adultos mayores de 65 años en los EE. UU. llegue a más de 70 millones en el 2030, el doble de lo que es ahora. Necesitamos formas sostenibles de ayudar a esta creciente población a prosperar a medida que envejece, o habrá consecuencias «, dijo Mays en un comunicado de prensa del hospital.
Como parte de su esfuerzo en el proyecto Aprovechar el Ejercicio para Envejecer en el Lugar, los investigadores del Centro Médico Cedars-Sinai rastrearon a casi 400 participantes de 52 a 104 años entre julio de 2018 y marzo de 2020.
Cada participante se reunió con un entrenador de salud y se le ofreció la opción de cuatro clases en nueve vecindarios de Los Ángeles que tenían altas concentraciones de adultos mayores de bajos ingresos. Los participantes también respondieron preguntas sobre conexiones sociales y soledad antes de comenzar la clase y después de seis meses.
Los investigadores encontraron que los participantes del estudio tuvieron una disminución del 7% en la soledad y una mejora del 3% en la conexión social después de seis meses.
Los expertos equiparan el daño del aislamiento social entre las personas mayores con fumar 15 cigarrillos al día.
Después de los cierres de la pandemia, 59 participantes continuaron con los entrenamientos virtuales y no tuvieron cambios estadísticamente significativos en la soledad o el aislamiento social después de aproximadamente un mes, según el estudio.
La investigación fue presentada por Mays en la reunión anual reciente que fue en línea de la Sociedad Gerontológica de América y publicada recientemente en el American Journal of Geriatric Psychiatry.
«Los resultados de este estudio son muy interesantes porque hemos proporcionado un modelo que otros sistemas de salud pueden replicar fácilmente al integrar programas basados en evidencia en la comunidad con sus organizaciones. No necesitan reinventar la rueda», dijo la Dra. Sonja Rosen, jefa de medicina geriátrica de Cedars-Sinai. «El entrenador de salud es el ingrediente clave porque se aseguran de que nadie se quede atrás».
Fuente: HealthDay