Un nuevo estudio que examinó la posesión de teléfonos celulares entre los niños de tercero a quinto grados encontró que estos pueden ser particularmente vulnerables al acoso cibernético.
Para el estudio, los investigadores recopilaron datos sobre 4.584 estudiantes en los grados tres, cuatro y cinco entre 2014 y 2016. En general, el 9,5 por ciento de los niños informó haber sido víctima de acoso cibernético. Los niños que poseían celulares eran significativamente más propensos a reportar ser víctimas de acoso cibernético, especialmente en los grados tres y cuatro, según los investigadores.
«Los padres a menudo citan los beneficios de dar a sus hijos un teléfono celular, pero nuestra investigación sugiere que dar a los niños pequeños estos dispositivos también pueden tener riesgos imprevistos», dijo la Dra. Elizabeth K. Englander, profesora de psicología en Bridgewater State University en Massachusetts.
El estudio encontró que a través de los tres grados, el 49.6 por ciento de estudiantes declaró poseer un teléfono celular. Según los hallazgos, 59,8% de los alumnos de quinto grado, 50,6% de los estudiantes de cuarto grado y 39,5% de los estudiantes de tercer grado dijeron tener su propio teléfono celular.
El estudio también descubrió que los propietarios de teléfonos celulares en los grados tres y cuatro eran más propensos a informar que eran víctimas de acoso cibernético.
Los investigadores descubrieron que en los tres grados, más propietarios de teléfonos celulares admitieron que habían sufrido de cyberbullying ellos mismos,
El aumento del riesgo de cyberbullying relacionado con la propiedad del teléfono podría estar vinculado a mayores oportunidades y vulnerabilidad, según los investigadores.
El acceso continuo a las redes sociales y a los mensajes de texto aumenta las interacciones en línea, proporcionando más oportunidades de involucrarse positivamente y negativamente con los compañeros y aumenta la posibilidad de una respuesta impulsiva a los mensajes de los mismos.
Los hallazgos del estudio son un recordatorio para que los padres consideren los riesgos, así como los beneficios, al decidir si proveer a su hijo en edad escolar con un teléfono celular, dijo Englander.
«Por lo menos, los padres pueden participar en discusiones educativas con sus hijos acerca de las responsabilidades inherentes a la posesión de un dispositivo móvil, y las reglas generales para la comunicación en el ámbito social», dijo Englander.
El estudio fue presentado en la American Academy of Pediatrics National Conference & Exhibition 2017.
Fuente: Academia Americana de Pediatría