A menudo se nos dice que la fuerza de voluntad y la motivación son factores críticos para crear un gran trabajo. Si bien eso puede ser cierto, existen factores externos, como nuestra estación de trabajo, que tienen el poder de encender nuestras mentes o inhibir nuestro potencial.
La verdad es que nuestro entorno tiene un impacto considerable en la calidad y cantidad del trabajo que producimos. Si estamos trabajando en un entorno de trabajo subóptimo, es posible que tengamos que usar el doble de fuerza de voluntad o concentración (ambos son recursos limitados) para producir la misma cantidad de trabajo.
Si crees que puedes haber formas de mejorar tu estación de trabajo, aquí hay tres pasos para comenzar el viaje.
- Elige tu espacio sabiamente
En Internet nos inundan con excesivos consejos sobre lo que hace que la productividad sea óptima. A algunas personas les gusta trabajar al aire libre, mientras que otras se encierran en sus cabañas o estudios. Algunas personas juran por la productividad de trabajar antes del amanecer. Los noctámbulos prefieren la soledad de la noche.
Lo más importante que debe recordar al recibir tales consejos es que todos somos diferentes, por lo que es posible que sus ideas sobre el entorno de trabajo perfecto no se apliquen a ti. Según una investigación publicada en el Journal of Research In Personality, diseñar su espacio de trabajo ideal es una cuestión de alineación de la personalidad.
Por ejemplo, si eres introvertido, una oficina abierta podría afectar negativamente tu productividad. Lo contrario podría ser cierto para un extrovertido.
Para comenzar, hazte las siguientes preguntas y usa tus respuestas como principios rectores para armar su nuevo espacio de trabajo:
- ¿Cuándo durante el día mis niveles de energía están en su punto más alto?
- ¿Me gustan los aportes de otras personas mientras trabajo o después de que termino de trabajar?
- ¿Trabajo mejor en equipo o solo?
- ¿Me gusta trabajar de forma flexible o dentro de un conjunto de horas predeterminadas durante el día?
También es importante conocer tu cronotipo. Una investigación reciente publicada en Personality and Individual Differences reprodujo la conocida dicotomía persona matutina-persona vespertina, pero también agregó dos cronotipos adicionales a la mezcla: los que duermen la siesta y los que duermen la tarde. Según la investigación, los tipos vespertinos se despiertan con los niveles más altos de somnolencia de todos los cronotipos. La somnolencia disminuye alrededor de las 11 am y su estado de alerta se mantiene alto hasta aproximadamente las 5:00 de la tarde. Los dormilones, por otro lado, comienzan el día muy alertas y permanecen así hasta alrededor de las 11 de la mañana. Luego comienza a aparecer la somnolencia, que alcanza su punto máximo alrededor de las 3:00 de la tarde. Después de eso, el estado de alerta vuelve hasta aproximadamente las 10:00 de la noche.
- Deja que entre la luz
La luz del sol tiene más poder sobre nuestra productividad y estado de ánimo de lo que creemos. Si bien puede haber valores atípicos a los que les gusta trabajar en la oscuridad, la luz solar contribuye a mejores niveles de energía, lo que tiende a aumentar la productividad.
Un estudio publicado en Cognition and Emotion señala que los países que reciben más horas de exposición solar al año reportan mayores niveles de felicidad. El investigador Satoshi Kanazawa explica que esto se debe a que “la respuesta natural diseñada por la evolución es sentirse seguro, protegido y feliz cuando se expone a la luz solar”.
Para garantizar un estado mental enérgico, motivado y enfocado, intente configurar su espacio de trabajo en un lugar iluminado por el sol en su casa u oficina, o asegúrese de que su espacio de trabajo esté bien iluminado con luz artificial para promover la claridad y la vigilia.
- Elimina el desorden
Un espacio de trabajo despejado debería ser una obviedad. Sin embargo, la mayoría de las personas tienen una cantidad excesiva de objetos e información esparcidos dentro y alrededor de su espacio de trabajo. Esto es especialmente cierto para los creativos cuyo trabajo podría implicar aprovechar el pensamiento divergente y unir fragmentos de información aparentemente no relacionados.
Desafortunadamente, la desventaja de tener desorden es que puede ponerte ansioso y agitado. Más importante aún, llena tu entorno de trabajo con distracciones o, como dice el psicólogo Asaf Mazar, fricción. Esta fricción figurativa creada por un entorno sobreestimulante y que distrae puede reducirse eliminando las distracciones menores que obstaculizan el comportamiento positivo. Por ejemplo, si siempre buscas tu teléfono cuando llega a un punto difícil en tu trabajo, probablemente valga la pena designar un lugar para tu teléfono que esté fuera de la distancia del brazo.
Fuente: Psychology Today