Ofrecer a los empleados ayuda puede ser contraproducente.
Si un compañero de trabajo o empleado tiene dificultades, ¿debería ofrecérsele ayuda?
Ya sea que se trate de ayudar en algo relacionado con el trabajo o solo de un hombro para llorar, una nueva investigación ha encontrado que cualquier tipo de apoyo hace aproximadamente lo mismo.
Investigadores de la Universidad Estatal de San Francisco también encontraron que a veces es mejor no abordar la situación en absoluto.
«Encontramos que a veces, ofrecer apoyo empeora las cosas, pero a veces si ayuda», dijo Michael Mathieu, quien dirigió el estudio como estudiante graduado de psicología en la Universidad Estatal de San Francisco junto con el Profesor Asociado de Psicología Kevin Eschleman.
Para su estudio, Mathieu y Eschleman reunieron información de 142 estudios, luego los tradujeron a los mismos términos científicos para que pudieran ser comparados y analizados estadísticamente en un solo lote.
Los investigadores utilizaron una variedad de medidas, desde la satisfacción laboral hasta el desempeño laboral e incluso factores estresantes como la “sobrecarga de roles”, cuando la carga de trabajo de un empleado es demasiado grande para manejarla.
Los investigadores descubrieron que ofrecer apoyo relacionado con el trabajo, cumplía aproximadamente el mismo rol que proporcionar apoyo emocional, como escuchar los problemas de un compañero de trabajo.
También descubrieron que simplemente hacérsele saber que el apoyo está disponible es a menudo mejor que discutirlo abiertamente. Extender una mano de ayuda era tan probable que empeorara la situación como mejorarla, mientras que simplemente hacer que los recursos de trabajo disponibles tuvieran un efecto positivo más constante.
«Ese hallazgo podría ser porque no todo el apoyo es bueno. Por ejemplo, pedir ayuda a un compañero de trabajo podría terminar en insultos”, dijo Mathieu.
El estudio también encontró que el apoyo proveniente de un superior tiene un impacto mayor que cuando proviene de un compañero de trabajo.
De acuerdo con los investigadores, un próximo paso importante será determinar cuándo el apoyo no funciona y cuándo puede ayudar a un compañero de trabajo a tener éxito.
Por ahora, el mensaje de Mathieu para los empleadores o superiores es tomarse el tiempo para pensar si sería útil ofrecer una mano.
«Antes de brindar apoyo, piense si se necesita y si se quiere», dijo. «Si no lo es, tal vez retroceda y no proporcione eso».
El estudio fue publicado en la revista Journal of Occupational Health Psychology.
Fuente: Universidad Estatal de San Francisco