El documento se basa en datos recopilados antes de la pandemia del COVID-19, para sugerir políticas y estrategias clave dirigidas a crear un sistema de primera atención a la salud más sólido, recogiendo, en esta línea, ejemplos de buenas prácticas en diversos países.
Tal y como señala la OCDE, las cifras revelan que en numerosos países no siempre se brinda una atención primaria de la salud de calidad. Según manifiesta, es trascendental aprovechar todo el potencial de atención primaria. Para ello, los países deben llevar a cabo revisiones exhaustivas de la provisión de atención médica mientras buscan aprender de la pandemia del COVID-19. En esta línea, el informe resalta la importancia de modernizar los servicios de atención primaria para que los sistemas sanitarios puedan gestionar y contener futuras situaciones de crisis, sean más proactivos en la detección de signos tempranos de epidemias y estén más preparados para actuar inmediatamente en respuesta a los aumentos repentinos en la demanda de servicios, reduciendo la hospitalización innecesaria de personas que pueden ser tratadas efectivamente en la comunidad.
A continuación, resumimos las principales conclusiones del informe:
Una atención primaria de la salud sólida hace que los sistemas sanitarios sean más eficaces, eficientes y equitativos
Ya en 1978, la declaración de Alma-Ata reconocía el rol crucial de una atención primaria de alta calidad para tener sistemas sanitarios eficaces y receptivos. Desde entonces, el interés en la eficacia de este primer nivel asistencial de salud se ha visto aún más reforzado a causa del incremento de los costes de la atención médica, el aumento de las expectativas de los ciudadanos de los sistemas de salud, el envejecimiento de la población y la mayor prevalencia de enfermedades crónicas.
Con una elevada proporción de población mayor de 65 años, es fundamental que los países de la OCDE reconfiguren sus sistemas sanitarios para mejorar la eficacia y la calidad de la atención que se ofrece a las personas con condiciones crónicas, evitando a su vez, el uso de servicios hospitalarios y especializados. Al erigirse como el primer punto de contacto para los pacientes y, especialmente, para aquellos con necesidades de atención complejas, la atención primaria puede hacer que los sistemas de salud sean más eficaces, efectivos y equitativos en todos los países de la OCDE: de este modo, un servicio de atención primaria mejor y más accesible da como resultado tasas más bajas de hospitalizaciones y un menor uso de las urgencias. La atención primaria de la salud puede evitar procedimientos innecesarios y disminuir la necesidad de utilizar instalaciones costosas y escasas, como salas de emergencia y hospitales.
Igualmente, una atención primaria sólida puede retrasar la aparición de enfermedades crónicas y reducir las tasas de mortalidad. Su papel en la prevención y la detección temprana es fundamental para la vida de los y las pacientes, mientras que su calidad está vinculada a una mayor satisfacción de sus usuarios/as. Asimismo, la solidez en este primer nivel asistencial se relaciona con menores desigualdades en salud, al garantizar el acceso a poblaciones vulnerables que, de otro modo, podrían tener dificultades para acceder a los servicios médicos.
Se necesitan nuevos modelos de atención, más incentivos económicos y una mayor importancia al papel que desempeñan los y las pacientes
En todos los países de la OCDE, se están produciendo innovaciones prometedoras en atención primaria, y cada vez hay más evidencia sobre cómo promover su eficacia. Sin embargo, la mayoría de estas experiencias son a nivel local, y aún no han alcanzado su potencial completo para una transformación de la atención en todo el sistema. El informe destaca los siguientes cambios necesarios:
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El futuro del servicio de atención primaria está en los nuevos modelos de atención. Los más prometedores son la creación de nuevas configuraciones de atención, que albergan a múltiples profesionales que trabajan en equipos, con el apoyo de la tecnología digital para permitir una coordinación perfecta de la atención, y que se dedican activamente a la prevención y la intervención adaptada a las necesidades de la población a la que está dirigida.
En 2018, 17 países de la OCDE informaron sobre nuevos modelos de atención primaria de salud basados en equipos o redes de proveedores, incluidos Australia, Francia, Suiza y los Estados Unidos. Muchos de esos modelos se centran en mejorar el acceso a la atención médica de las poblaciones de bajos ingresos o desatendidas, que enfrentan barreras para acceder a modelos tradicionales de servicios de atención primaria de salud, así como a pacientes con necesidades complejas.
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En segundo lugar, se necesitan más incentivos económicos para fomentar el trabajo en equipo, para priorizar la prevención y la continuidad de la atención en AP (especialmente para pacientes con afecciones crónicas) y para prestar especial atención a la coordinación entre los diferentes niveles de atención en el sistema sanitario.
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Tercero, el futuro de la atención primaria de la salud depende cada vez más de otorgar una mayor importancia al papel que desempeñan los pacientes. En parte, esto incluye involucrarles en su salud, a través de un mejor apoyo para el autocontrol de sus condiciones y la exposición a factores de riesgo. Las herramientas digitales pueden jugar un rol fundamental aquí.
Precisamente, la pandemia ocasionada por el COVID-19 ha conllevado un incremento de prácticas innovadoras a nivel nacional y local, como desarrollar soluciones digitales para monitorear el estado de salud, facilitar el acceso a la atención y a la información de salud para el control de enfermedades, etc. Promover la continuidad de estas prácticas y su adopción más amplia a medida que los sistemas de salud pasan a la fase de recuperación pandémica, es esencial para hacer que los sistemas de salud sean más resistentes a las crisis sanitarias.
La presión laboral en el sistema de atención primaria es elevada
En la mayoría de países, el porcentaje de médicos de familia en atención primaria se está reduciendo. En promedio, en los países de la OCDE, los médicos de familia representaron menos de tres de cada diez médicos en 2017. Las reducciones en el porcentaje de médicos de familia y las nuevas y mayores cargas de trabajo están ejerciendo presión sobre los equipos de atención primaria de la salud.
Una menor participación de los médicos de familia se combina con una tendencia al alza en la carga de trabajo clínico y administrativo de la práctica general. Esto se observa en varios países de la OCDE. De manera similar, el informe pone de relieve que la carga de trabajo actual para los médicos de atención primaria es irrazonable e insostenible en 14 países europeos, entre los que se encuentra España.
En este punto, la OCDE advierte del impacto negativo de esta creciente carga de trabajo sobre la calidad de la atención al paciente.
Asimismo, alerta de la ineficiencia en la distribución actual de tareas entre los equipos de atención primaria: en todos los países de la OCDE existe un desajuste de tareas dentro de los equipos en relación con las necesidades de la población y los pacientes. De hecho, más de las tres cuartas partes del personal médico y de enfermería informan haber sido sobreexplotadas/os en algunas de las tareas que tienen que realizar en su trabajo diario.
Según indica el informe, los equipos de atención primaria de salud podrían no tener algunas habilidades importantes para brindar atención centrada en las personas, como la comunicación compartida, la colaboración y la asociación y no parecen contar con la preparación suficiente para satisfacer las crecientes y complejas necesidades de atención, dado el progreso tecnológico, las nuevas formas de prestación de servicios y el rápido ritmo del desarrollo del conocimiento médico. Todo ello evidencia la necesidad de cambiar la formación y el desarrollo de los equipos de atención primaria.
La mayoría de los sistemas sanitarios todavía no logran alcanzar todo su potencial en la atención primaria: existen varias deficiencias en el desempeño de la atención primaria de salud en los países de la OCDE
Las cifras revelan que las hospitalizaciones evitables por afecciones crónicas siguen siendo altas. Las hospitalizaciones evitables son un excelente ejemplo del uso ineficiente de los recursos a nivel del sistema sanitario, siendo uno de los indicadores más utilizados en los países de la OCDE durante años. El análisis de los datos de ingreso hospitalario para cinco afecciones crónicas (diabetes mellitus, enfermedades hipertensivas, insuficiencia cardíaca, EPOC y asma), muestra que, en 2016, en 30 países de la OCDE -entre ellos, España-, hubo unos 5,6 millones de hospitalizaciones con un diagnóstico principal de una de estas cinco condiciones. Para la OCDE, esto sugiere que la atención primaria no siempre tiene éxito a la hora de evitar las hospitalizaciones. A su juicio, un enfoque insuficiente en la prevención contribuye a estos resultados.
Partiendo de estas limitaciones, el informe estima en 21,1 mil millones de dólares americanos el coste generado por las hospitalizaciones evitables para estas cinco afecciones crónicas, y señala que, con una mejor organización y enfoque, una buena atención primaria de la salud puede evitar muchas de estas hospitalizaciones, aumentando la eficacia de los sistemas sanitarios y la mejora del bienestar de las personas.
La prescripción adecuada de medicación constituye un buen marcador de la calidad de la atención primaria de salud, así como también del uso de los recursos. Un ejemplo de ello es el uso apropiado de antibióticos, cuya prescripción debe hacerse únicamente cuando son necesarios para tratar las infecciones. Sin embargo, la evidencia reciente muestra que en la práctica general se registran altos niveles de uso inapropiado y preocupante de antibióticos.
Demasiados pacientes con afecciones crónicas aún no reciben la atención preventiva recomendada
Una atención preventiva insuficiente a lo largo de la vida incrementa la probabilidad de que durante el envejecimiento se desarrollen problemas de salud y discapacidades. Esto es particularmente preocupante, ya que las sociedades están envejeciendo y la carga de enfermedades crónicas está creciendo.
Como primer punto de contacto con el sistema sanitario y como una fuente confiable de información, los equipos de atención primaria de la salud están en una posición única para orientar a los pacientes sobre estilos de vida y comportamiento saludables, realizar pruebas de detección y controlar el progreso de condiciones crónicas. Sin embargo, datos recientes muestran que demasiados pacientes con afecciones crónicas no reciben la atención preventiva recomendada. En 2014, en todos los países de la UE, el 26% de los pacientes que padecían ciertas afecciones crónicas no recibieron ninguna de las pruebas preventivas recomendadas en los 12 meses anteriores. En España, concretamente, este porcentaje es menor del 20%.
Para los autores del informe, una mayor participación en el tratamiento por parte de los equipos de AP en toda Europa podría ser una de las razones por las que la atención preventiva no se está brindando adecuadamente.
Los pacientes informan de problemas significativos de coordinación entre la atención primaria, la atención especializada y los hospitales
La integración y la coordinación de la atención corresponden a una dimensión importante de la atención centrada en el paciente. Esto requiere un buen flujo de información y la coherencia de las decisiones en los diferentes niveles de atención en el sistema sanitario, incluidos los entornos de atención primaria de salud, entornos especializados y hospitales. Cuando la atención no está coordinada, los pacientes tienen que repetir la información o las pruebas de diagnóstico, se dan instrucciones contradictorias y las transiciones entre proveedores.
Las personas con ingresos más bajos tienen una probabilidad menor de someterse a exámenes de detección
Según el informe, las personas con ingresos más bajos tienen consistentemente menores tasas de uso de servicios preventivos en prácticamente todos los países de la UE. Para la OECD, esto indica que la atención primaria de salud puede no tener éxito en la prestación de la atención preventiva recomendada en diferentes niveles socioeconómicos.
¿Por qué la atención primaria de salud no ofrece todo su potencial?
El documento analiza las diversas acciones que pueden emprender los países de la OCDE para mejorar la eficacia, la efectividad, la capacidad de respuesta y la equidad de sus sistemas de salud, a través de una atención primaria más efectiva y sólida:
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Se necesitan nuevos mecanismos de selección y formación del personal laboral para mejorar la eficiencia técnica y de asignación.
Los cambios en la formación son más importantes que nunca, dados los desafíos y las oportunidades que presentan las tecnologías digitales y las nuevas formas de prestación de servicios.
La eficiencia de la atención primaria de salud en el futuro también dependerá del uso de equipos comunitarios, con el potencial de reducir la carga de trabajo de los médicos de este primer nivel de asistencia sanitaria, sin perjuicio de la calidad de la atención y la satisfacción del paciente. Los sistemas sanitarios deben aprovechar toda la capacidad de estos equipos comunitarios, garantizando una formación adecuada y que la legislación la que procede, sin ser innecesariamente restrictiva.
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Para mejorar la eficacia en la prestación de servicios de atención primaria de la salud es clave un mejor uso de la tecnología digital (eHealth)
La reducción en la proporción de médicos de familia y las nuevas cargas de trabajo aumentan la necesidad de una mayor eficiencia técnica en la atención primaria de salud. El gran crecimiento de las tecnologías digitales para la salud ha traído beneficios y nuevos desafíos para la atención primaria. Los objetivos clave que configuran las tecnologías digitales incluyen: mayor eficiencia, productividad y calidad de la atención.
En Europa, la adopción de e-Salud en la atención primaria de salud aumentó entre 2013 y 2018, con los niveles más altos de implementación en Dinamarca, Estonia, Finlandia, España, Suecia y el Reino Unido.
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Un buen sistema de información es vital para garantizar que la atención primaria de salud sea efectiva
Aunque casi todos los países de la OCDE informan de determinados indicadores, como la cifra de médicos en atención primaria y el número de consultas, solo unos pocos informan sistemáticamente de medidas de calidad en AP a nivel nacional. Se necesitan sistemas de información sólidos para detectar, medir y conocer si la calidad en este primer nivel asistencial es adecuada, en aras de mejorarla.
Los indicadores de rendimiento clínico y eficacia están disponibles solo en un número limitado de países de la OCDE, entre los que se encuentra España. Según señala el informe, en España los indicadores de desempeño ayudan a enfocarse en áreas estratégicas de mejora en los centros de salud, lo que ha resultado en ligeras mejoras en algunos de los problemas de salud que se priorizaron.
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Se necesitan herramientas para mejorar la información de salud para las poblaciones desatendidas
Es esencial proporcionar información clara sobre cómo acceder a la atención y los servicios de ayuda disponibles, para que los pacientes de diferentes entornos sociales y económicos puedan acceder y utilizar los servicios de atención primaria de salud de manera más oportuna y adecuada. La provisión de información suficiente sobre los derechos de atención médica y la disponibilidad son fundamentales para incrementar la accesibilidad a los servicios de atención primaria de la salud, al mejorar las habilidades de alfabetización en salud.
La OCDE pone de relieve los buenos ejemplos en algunos países sobre cómo mejorar la transparencia en los servicios de atención primaria de salud disponibles a través de herramientas online, entre ellos la Red española de Escuelas de Salud para la Ciudadanía, una plataforma a través de la cual se brinda información contrastada, relevante, veraz y actualizada sobre el ámbito de la clínica, servicios de apoyo, etc., con el fin de promover el empoderamiento de los pacientes, familiares y cuidadores.
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Mejora de la prevención de enfermedades y la coordinación de la atención
Los nuevos modelos de atención primaria de salud centrados en las personas, y basados en equipos y redes brindan una atención más coordinada e integrada.
En respuesta a la creciente complejidad de las necesidades de atención médica, muchos países de la OCDE han intensificado sus esfuerzos para mejorar la integración de los servicios prestados dentro de la atención primaria de salud. Desde una perspectiva de salud de la población, se espera que los modelos de atención primaria de salud centrados en las personas basados en equipos y redes multiprofesionales satisfagan mejor las necesidades sanitarias de la población al ofrecer servicios médicos y sociales. Las personas a menudo tienen varios factores de riesgo y presentan más de una condición crónica, o múltiples necesidades de salud, psicológicas y sociales. Esto ofrece un argumento para tratar la morbilidad múltiple y las necesidades complejas en un marco de atención único e integrado proporcionado por una amplia gama de médicos de atención primaria, técnicos y otros profesionales de la salud. La evidencia señala que los modelos basados en equipos o redes de proveedores de atención primaria de salud mejoran la coordinación e integración de la atención.
De acuerdo con los datos de la Encuesta de políticas de la OCDE de 2018 sobre el futuro de la atención primaria, se están desarrollando nuevos modelos de prestación de atención primaria de salud en tan solo 17 países, que incorporan prácticas multidisciplinarias o prácticas interprofesionales, con una combinación diferente de profesionales de AP, diferentes modelos de trabajo en equipo y diferentes poblaciones objetivo (por ej., países como Australia, Canadá, el Reino Unido y los Estados Unidos). La encuesta de políticas indica que hay una variedad de modelos existentes en el entorno de atención primaria de la salud, con diferentes combinaciones de médicos de familia, psicólogos clínicos, personal de enfermería, farmacéuticos, nutricionistas, asesores de salud y personal de apoyo no clínico, como coordinadores de atención o administradores de casos.
Precisamente, a este respecto, el Consejo General de la Psicología ha venido demandando en los últimos años la incorporación de psicólogos clínicos en Atención Primaria de la Salud, teniendo en cuenta que la mayor parte de demandas de índole psicológica se dan en este primer nivel asistencial de la salud -así como el más que previsible aumento de esta demanda en la situación actual de pandemia por COVID-19-. Tal y como ha venido defendiendo la organización colegial, en base a la evidencia, esta medida redundaría en un ahorro en términos de costes económicos y sociales, al facilitar, entre otras cosas, la identificación precoz y la intervención temprana de los problemas de salud mental, y la reducción de los tiempos de espera para recibir un tratamiento adecuado, evitando, a su vez, complicaciones en la sintomatología del paciente y la consiguiente cronificación.
Se puede acceder al documento a través de la página Web de la OECD, o bien directamente a través del siguiente enlace: