El humor se observa en todas las culturas y en todas las edades. Pero solo en las últimas décadas la psicología experimental lo ha respetado como un comportamiento humano fundamental y esencial.
Históricamente, los psicólogos enmarcaron el humor de manera negativa, sugiriendo que demostraba superioridad, vulgaridad, conflicto de identidad freudiano o un mecanismo de defensa para ocultar los verdaderos sentimientos. Como tal, fue tratado como un comportamiento indeseable que debe evitarse. Y los psicólogos tienden a ignorarlo como digno de estudio.
Pero la investigación sobre el humor ha salido a la luz últimamente, y el humor ahora se ve como una fortaleza del carácter. La psicología positiva, un campo que examina lo que las personas hacen bien, señala que el humor se puede utilizar para hacer que los demás se sientan bien, para ganar intimidad o para ayudar a amortiguar el estrés
Junto con la gratitud, la esperanza y la espiritualidad, el sentido del humor pertenece al conjunto de fortalezas que los psicólogos positivos denominan trascendencia; juntos nos ayudan a forjar conexiones con el mundo y dar sentido a la vida. La apreciación del humor también se correlaciona con otras fortalezas, como la sabiduría y el amor por aprender. Y las actividades o ejercicios de humor dan como resultado una mayor sensación de bienestar emocional y optimismo.
Por todas estas razones, ahora el humor es bienvenido en la psicología experimental convencional como un comportamiento o habilidad deseable que los investigadores quieren comprender.
Fuente: The Conversation